Volkswagen está considerando cerrar fábricas en Alemania después de que un programa de ahorro lanzado el año pasado no haya alcanzado varios miles de millones de euros, una decisión que sería la primera para la compañía de 87 años.
El jefe ejecutivo Oliver Blume dijo el lunes que la industria automotriz europea se encuentra en una «situación muy grave», añadiendo que la fabricación en Alemania está volviéndose cada vez menos competitiva.
«El entorno económico se ha vuelto aún más difícil, y nuevos competidores están ingresando al mercado europeo. En este entorno, como compañía, ahora debemos actuar con decisión», dijo.
Como resultado, la compañía anunció que planea retroceder en su promesa de no recortar empleos en Alemania hasta 2029, en una medida que la pondría en curso de colisión con su poderoso consejo de trabajadores.
La marca insignia de la compañía anunció el año pasado que quería recortar 10 mil millones de euros en costos para 2026. Aunque los acuerdos con los sindicatos significaban que la compañía tenía que depender de ofrecer jubilación anticipada a sus trabajadores y no reemplazarlos, VW dijo el lunes que esto había sido «insuficiente para lograr los ajustes estructurales urgentemente necesarios para una mayor competitividad a corto plazo».
Daniela Cavallo, presidenta del consejo de trabajadores de VW, emitió una nota a los empleados el lunes, advirtiendo que la administración estaba considerando cerrar plantas alemanas, ya que la marca insignia de VW corría el riesgo de caer en números rojos.
«Como resultado, la junta ejecutiva ahora está cuestionando las plantas alemanas, los acuerdos colectivos salariales internos de VW y el programa de seguridad laboral vigente hasta finales de 2029», dijo Cavallo, cuyo enfrentamiento con el ex jefe ejecutivo de VW, Herbert Diess, contribuyó a su destitución en 2022.
VW dijo que la situación financiera «extremadamente tensa» en la que se encuentra la compañía significa que «incluso el cierre de plantas en sitios de producción de vehículos y componentes ya no puede descartarse», y que comenzaría negociaciones con representantes laborales.
Sin embargo, Cavallo indicó que los planes de la junta ejecutiva de VW enfrentarían una feroz resistencia. «¡Conmigo, no habrá cierres de plantas de VW!», les dijo a los empleados.
La batalla en desarrollo sobre la reestructuración en el mayor fabricante de automóviles de Europa llega en un momento en que enfrenta una menor demanda tanto en su mercado local como en China, donde vende la mayor parte de sus autos.
Blume señaló el lunes que el panorama económico se estaba volviendo más difícil, en parte porque «nuevos competidores están ingresando al mercado europeo».
Varios fabricantes chinos de vehículos eléctricos, como BYD, han hecho planes para ingresar a Europa, mientras que VW y otras marcas tradicionales compiten por desarrollar vehículos eléctricos más económicos.