El destino de la industria de vehículos eléctricos (EV) podría depender de la campaña de reelección del ex Presidente Donald Trump.
Durante una reunión en Florida, Trump le informó a un grupo de ejecutivos petroleros que, a cambio de recaudar $1 mil millones en fondos de campaña para su reelección, revocaría una serie de regulaciones ambientales, según un reporte del Washington Post. Los ejecutivos de Chevron, Exxon y Occidental Petroleum estuvieron presentes en la reunión. La promesa de Trump incluía deshacer las regulaciones destinadas a promover que los fabricantes de automóviles inviertan y fabriquen más vehículos eléctricos, lo cual impactaría a las compañías energéticas que producen la gasolina que alimenta los vehículos afectados por la política.
Estas empresas petroleras han gastado millones en campañas de lobbying contra la regulación, argumentando que es una prohibición tácita de los vehículos de motor de combustión. Trump afirmó que revertiría la regulación tan pronto como asumiera el cargo, lo cual podría impactar los planes de las automotrices estadounidenses que han invertido miles de millones en vehículos eléctricos.
A diferencia de la administración de Biden, que ha incentivado la adopción de vehículos eléctricos ofreciendo un crédito fiscal de $7,500 para hogares que compran uno, Trump prometió deshacer varias regulaciones que las compañías energéticas han cabildeado en su contra. Estas medidas contrastan con las políticas energéticas de Biden, que fueron elogiadas por un grupo de 20 organizaciones climáticas.
En resumen, la influencia de Trump en la industria de vehículos eléctricos podría traer importantes cambios y decisiones que afectarían a nivel mundial.
