A principios de este mes, en la conferencia de tecnología Slush en Helsinki, este editor tuvo la oportunidad de sentarse con Sanna Marin, la popular ex primera ministra de Finlandia, que se hizo conocida internacionalmente por socializar con amigos, pero cuyos logros en el cargo son mucho más significativos, incluyendo la exitosa incorporación de Finlandia a la OTAN para proteger mejor al país de su vecino Rusia después de su invasión de Ucrania.
Marin, quien decidió no participar más en la política finlandesa en septiembre, trabaja en la actualidad en el Tony Blair Institute como consejera estratégica; también está trabajando en una startup con uno de sus antiguos asesores políticos. Sin embargo, basándonos en la multitud extasiada que Marin atrajo durante nuestra conversación en Slush, es fácil imaginar su eventual regreso a la arena política.
Durante nuestro encuentro, no descartó la posibilidad. Sin embargo, pasamos mucho más tiempo hablando sobre lo que significa la agresión de Rusia para el resto del mundo, por qué las mujeres deberían confiar más en sí mismas en posiciones de poder y las promesas y peligros de la inteligencia artificial, y qué deberían hacer los legisladores al respecto. Aquí hay extractos de esa conversación, editados ligeramente por razones de extensión y claridad.
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