El propietario de X, Elon Musk, respondió a un funcionario de la Unión Europea que le advirtió sobre el cumplimiento de la nueva Ley de Servicios Digitales (DSA). Musk tomó prestada una colorida frase del personaje malhablado de Tom Cruise en la comedia de 2008 ‘Tropic Thunder’ para su respuesta, que básicamente equivalía a ‘vete a freír espárragos’ si quieres ser educado.
Mientras este escenario se desarrollaba en Europa, vale la pena señalar el contraste en el enfoque de Musk al tratar con otra importante potencia global: China. A pesar de su habitual franqueza, Musk se ha abstenido consistentemente de criticar al presidente chino Xi Jinping u otros altos funcionarios. Esta reticencia es comprensible dado que aproximadamente la mitad de los vehículos eléctricos de Tesla se fabrican en China, y la plataforma de redes sociales X, propiedad de Musk, sigue siendo inaccesible en el país debido a estrictas leyes de censura.
¿Cómo empezó todo esto?
Todo comenzó con una carta publicada el lunes por el Comisionado de la UE Thierry Breton advirtiendo a Musk que no estaba cumpliendo con el deber de monitorear la desinformación dañina que se difunde a los ciudadanos de la UE en su plataforma de redes sociales X. Según la DSA, los propietarios de plataformas están obligados a eliminar contenido ilegal, así como tomar medidas concretas para mitigar el contenido legal pero perjudicial como la desinformación.
Ambos Musk y Trump anteriormente produjeron y distribuyeron este tipo de contenido, lo que representa un problema considerable para Bruselas. La UE abrió procedimientos formales contra X en diciembre, y la Comisión informó a la empresa de Musk el mes pasado de su conclusión preliminar de que está incumpliendo la legislación.
La carta no fue discutida previamente con la presidenta de la Comisión de la UE, Ursula von der Leyen, ni con ningún otro de los colegas de Breton.
Musk ayudó a avivar recientes disturbios raciales en el Reino Unido. Es una cosa que Musk diga deliberada y explícitamente a los anunciantes que abandonan su plataforma de redes sociales que «se vayan a freír espárragos» (solo para después demandarlos cuando lo hacen). Es otra cosa decirle al poder ejecutivo de la Unión Europea que haga lo mismo.
Ahora Musk amenaza con hacer lo mismo en Europa, un continente que dos veces envolvió al mundo en guerras por odio étnico y racial. Bruselas redactó la DSA para crear un terreno de juego equitativo en el que las plataformas en línea puedan competir mientras al mismo tiempo les asigna la responsabilidad de moderar el contenido en sus sitios.
A pesar de que muchos, incluido el capitalista de riesgo de Silicon Valley Vinod Khosla, siguen viéndolo como una intromisión gubernamental. «¿Qué tan estúpidos son estos reguladores?», publicó el crítico de Trump de 69 años a Musk. «Me encanta que te enfrentes a ellos.»
En conclusión, la confrontación entre Musk y la UE por el cumplimiento de la DSA refleja un choque de intereses entre la regulación gubernamental para prevenir la desinformación en línea y la libertad de expresión en las plataformas digitales. Ambas partes parecen tener posturas inflexibles, lo que aumenta la tensión entre ellas y plantea interrogantes sobre el futuro de la regulación de internet en Europa.