La implementación de políticas de ahorro automáticas como la inscripción automática en planes de jubilación no está teniendo los efectos esperados en el lugar de trabajo, según una nueva investigación. A pesar de que estas medidas han sido ampliamente adoptadas tanto por el sector público como privado, los resultados no son tan positivos como se creía.
El profesor James Choi de la Escuela de Administración de Yale ha liderado gran parte de la investigación sobre estas políticas de ahorro automático en las últimas décadas. La inscripción automática implica que los empleados deben optar por no contribuir a su plan de jubilación 401(k) o 403(b), en lugar de tener que optar por hacerlo activamente. Una vez inscritos automáticamente, las contribuciones se escalan automáticamente, es decir, se aumentan en un porcentaje preestablecido cada año, a menos que el empleado decida no contribuir.
Investigaciones anteriores han indicado que al eliminar el esfuerzo de inscribirse o aumentar sus contribuciones, los trabajadores tienden a ahorrar más. Sin embargo, una nueva investigación liderada por Choi revela que estas políticas no son tan efectivas como se pensaba. Estudiando nueve planes de 401(k) en el lugar de trabajo, los investigadores encontraron que la inscripción automática aumenta las contribuciones netas en un 0.6% del ingreso anual, mientras que la escalada automática solo aumenta en un 0.3% del ingreso anual. Además, solo el 40% de los trabajadores con la escalada automática aumentan su tasa de ahorro en la primera fecha de escalada, y cada vez más optan por no hacerlo con el tiempo.
Esto se debe en parte al hecho de que en Estados Unidos, los empleados cambian de trabajo con tanta frecuencia que las políticas de ahorro automático no tienen el tiempo suficiente para surtir efecto. Además, los requisitos de consolidación y la fuga de efectivo cuando los empleados cambian de trabajo disminuyen los efectos de estas políticas. No obstante, los empleados que permanecen en una empresa por más tiempo sí obtienen beneficios de estas medidas.
A pesar de todo, Choi sigue creyendo en la efectividad de estas políticas, aunque reconoce que su impacto no es tan grande como se creía inicialmente. Podrían ser necesarios más estudios para comprender mejor cómo estas políticas pueden beneficiar a diferentes poblaciones.
En definitiva, las políticas de inscripción y escalada automática siguen siendo herramientas útiles para fomentar el ahorro para la jubilación, pero quizás se requieran ajustes para maximizar su efectividad.