La larga y confrontativa batalla legal entre Kelly Clarkson y Brandon Blackstock ha llegado a una resolución. Aunque finalizaron su divorcio en marzo de 2022, la pareja, que comparte a su hija de 9 años River Rose y a su hijo de 8 años Remington Alexander, ha seguido en los tribunales por la disolución de su relación profesional, ya que Blackstock fungía como el manager de Clarkson en el transcurso de su relación.
En noviembre de 2023, Clarkson ganó una victoria legal, cuando un comisionado laboral de California determinó que Blackstock había excedido su rol al asegurar diversos contratos lucrativos para Clarkson. Como resultado, Blackstock fue ordenado a entregar comisiones por un total de $2,641,374 a su ex esposa. Posteriormente, presentó una queja buscando apelar la decisión.
Aunque un juez programó un juicio para la expareja en agosto de 2024, en mayo de 2024 ambas partes presentaron una solicitud para desechar el caso. El abogado de Clarkson, Ed F. McPherson, confirmó la noticia a ET, anunciando que «el caso ha sido resuelto en su totalidad. Es un acuerdo confidencial».
Mientras ambos continúan desenredando sus vidas, echamos un vistazo a su relación de ocho años y matrimonio.
El inicio
La pareja se conoció por primera vez en los Country Music Awards en 2006, cuando Clarkson cantaba a dúo con Rascal Flatts. Blackstock, hijo del exmanager de Clarkson Narvel Blackstock (y ex hijastro de Reba McEntire), era el manager del grupo en ese momento. Después de que Blackstock se divorciara de Ashworth, tuvieron su reencuentro en el Super Bowl de 2012, donde Clarkson cantaba el himno nacional y Blake Shelton, a quien Blackstock maneja, cantaba «America the Beautiful». Así comenzaron a salir.
Evitación de juicio
A pesar de que un juez programó un juicio para agosto de 2024, tanto Clarkson como la compañía de Blackstock, Starstruck Management Group, presentaron una solicitud para desechar el caso en mayo de 2024. El abogado de Clarkson, Ed F. McPherson, confirmó la noticia a ET, anunciando que «el caso se ha resuelto en su totalidad. Es un acuerdo confidencial».
En resumen, Kelly Clarkson y Brandon Blackstock han finalizado su prolongada batalla legal y han decidido resolver sus diferencias fuera de los tribunales. La confidencialidad del acuerdo asegura la intimidad de ambas partes en este proceso de disolución de su relación personal y profesional.