Kamala Harris está en una espiral ya que se resquebraja bajo la presión de competir por la presidencia contra Trump. Recientemente, Harris llevó a cabo un mitin de campaña en Phoenix, Arizona, en el Anfiteatro Talking Stick Resort, justo días antes de las elecciones.
Durante el evento, se pudo ver que el mitin de Kamala Harris en Phoenix fue patético, con poca asistencia y interrupciones por parte de manifestantes. En un momento dado, Harris se vio obligada a gritar para hacerse escuchar: «¡Estamos aquí porque estamos luchando por una democracia! ¡Entiendan la diferencia aquí y hacia adelante!».
Además, un seguidor de Trump fue expulsado del mitin mientras Harris daba un discurso confuso sobre la Oficina Oval. Todo esto nos lleva a reflexionar sobre cómo Kamala Harris parece estar desmoronándose de la misma manera que Hillary Clinton en octubre de 2016.
Es evidente que la falta de apoyo y las interrupciones en sus discursos están afectando la campaña de Harris. Algunos comparan su energía y enfoque con el de Hillary Clinton, señalando que el enfoque agresivo y confrontacional no funcionó para Clinton y parece que tampoco está funcionando para Harris.
En resumen, la campaña de Kamala Harris se ve comprometida por la falta de conexión con los votantes y las interrupciones constantes. Con las elecciones a la vuelta de la esquina, Harris se enfrenta a un desafío importante para recuperar el rumbo y generar apoyo sólido entre los votantes.
