El lunes, un grupo de manifestantes pro-palestinos obligó al puente Golden Gate en San Francisco a cerrar después de bloquear el tráfico. Radicalizándose, los manifestantes anti-Israel de izquierda cierran el emblemático Golden Gate Bridge en California durante horas. Sorprendentemente, estas personas fueron liberadas por las autoridades sin cargos.
El Distrito Fiscal Brooke Jenkins instó a los conductores afectados por el bloqueo a contactar a la policía para poder construir un caso contra los 26 activistas que bloquearon los autos en el puente el lunes. Esta situación solo refuerza la posición de estos lunáticos y los hace más agresivos.
En las redes sociales, la indignación por la impunidad de estas personas crece, cuestionando si alguien tendrá que morir como resultado de estos eventos para que se tomen medidas más severas.
En definitiva, este tipo de comportamiento agresivo e injusto solo contribuye a la polarización de la sociedad y refleja la impunidad de las acciones de la extrema izquierda. La libertad de expresión y protesta son fundamentales, pero deben ejercerse de manera civilizada y respetuosa para evitar situaciones como la que se vivió en el Golden Gate Bridge.