Kamala Harris protagonizó un momento incómodo durante un discurso en Michigan, donde logró apagar toda la energía de la sala, dejando a la multitud completamente en silencio. El error ocurrió cuando sugirió que la gente gritara sus propios nombres, en lugar de seguir coreando el suyo. Con esta ocurrencia, logró desconcertar a su propio público.
Según informa The New York Post, la vicepresidenta Kamala Harris detuvo la energía de la multitud durante un mitin en Michigan con una broma extraña que dejó a sus seguidores en completo silencio. Harris explicaba la importancia de luchar por la democracia y el derecho de las personas a ser escuchadas y vistas, cuando de repente pidió a la audiencia que gritara sus propios nombres. La confusión se apoderó de la multitud, que quedó casi en completo silencio mientras la vicepresidenta se reía de la situación.
En los comentarios en redes sociales, muchos han señalado que Kamala Harris tiene una tendencia a protagonizar momentos incómodos y extraños. Su falta de habilidad en la política y en las campañas electorales se hace evidente en situaciones como estas.
Así, queda claro que Kamala Harris no es la mejor en conectar con la gente de manera cercana y natural, lo que puede afectar su desempeño en eventos públicos y en su imagen pública. Es importante reconocer las áreas de mejora y buscar estrategias para mejorar sus habilidades comunicativas y de conexión con la audiencia.