La familia del presidente Joe Biden insta al mandatario a mantenerse en la carrera y seguir luchando a pesar de su lamentable actuación en el debate. Algunos miembros criticaron cómo su personal lo preparó para el enfrentamiento, según cuatro personas familiarizadas con las discusiones.
Biden pasó el día enclaustrado con la primera dama Jill Biden, sus hijos y nietos en Camp David. Fue un viaje previamente programado al retiro presidencial en Maryland para una sesión de fotos con Annie Leibovitz para la próxima Convención Nacional Democrática.
Pero la reunión también fue un ejercicio para tratar de calmar la ansiedad democrática que ha explotado tras la actuación del jueves.
Aunque su familia era consciente de lo mal que había actuado contra Donald Trump, también siguen pensando que es la mejor persona para vencer al candidato republicano. Además, creen que es capaz de desempeñar el cargo de presidente durante otros cuatro años, según las personas que no estaban autorizadas para hablar públicamente sobre las discusiones internas y hablaron con The Associated Press bajo condición de anonimato.
Entre los más vocales se encuentran Jill Biden e hijo Hunter, a quienes el presidente ha acudido desde hace mucho tiempo en busca de consejo y orientación. Ambos creen que el presidente no debería retirarse cuando está en baja y creen que puede recuperarse de lo que consideran una actuación mediocre. La familia cuestionó cómo fue preparado para el debate por el personal y se preguntaron si podrían haber hecho algo mejor, según las personas.
La campaña de Biden ha pasado los días desde el debate, donde apareció ronco, se desvaneció y en ocasiones dio respuestas confusas, trabajando para mantener a los donantes y simpatizantes a bordo mientras los demócratas cuestionaban cada vez más si debería permanecer en la carrera.
En este punto del proceso de delegados, Biden probablemente tendría que decidir abandonar para que haya un nuevo nominado. Y las personas a las que más escucha en el mundo, su esposa e hijo, le están diciendo que se quede.
Incluso antes del debate, la edad del presidente demócrata de 81 años había sido un problema con los votantes, y el enfrentamiento en horario estelar parecía reforzar las preocupaciones arraigadas del público antes de quizás la mayor audiencia que tendría en los cuatro meses hasta el día de las elecciones. CNN informó que más de 51 millones de personas vieron el debate.
Mientras el presidente estaba reunido con su familia, prominentes demócratas se unieron para mostrar públicamente su apoyo a su campaña el domingo.
“Yo no creo que Joe Biden tenga problemas para liderar en los próximos cuatro años”, dijo un aliado cercano, el representante demócrata James Clyburn de Carolina del Sur. “Joe Biden debería seguir postulándose en base a su historial”.
El senador Raphael Warnock, demócrata de Georgia y ministro bautista, dijo que ha habido “más de unos cuantos domingos en los que desearía haber predicado un mejor sermón”, relacionando la experiencia con la actuación de Biden en el debate.
“Pero después de que terminó el sermón, era mi trabajo personificar el mensaje, presentarme para las personas a las que sirvo. Y eso es lo que Joe Biden ha estado haciendo toda su vida”, dijo Warnock. Fue un eco del mensaje de otros partidarios de que Biden tuvo un mal debate, pero una buena gobernanza de por vida.
Warnock, al igual que Clyburn y otros, pasó a los muchos falsos testimonios de Trump durante el debate, incluyendo sobre el ataque al Capitolio por parte de sus seguidores el 6 de enero de 2021, la inmigración y el resultado de las elecciones de 2020.
“Cada vez que su boca se movía, estaba mintiendo”, dijo Warnock sobre Trump.
Sin embargo, la preocupación se filtraba entre algunos demócratas de que la campaña de Biden y el Comité Nacional Demócrata no estaban tomando en serio el impacto del debate.
El exsenador de Iowa Tom Harkin, que sirvió durante más de dos décadas con Biden en el Senado, calificó el debate como “un desastre del que Biden no puede recuperarse”.
Harkin sugirió que los senadores demócratas en carreras decisivas y “quizás todos los senadores demócratas en funciones deberían escribir una carta a Biden pidiéndole que libere a sus delegados y ceda su lugar para que la convención pueda elegir un nuevo candidato”, según un correo electrónico a los simpatizantes obtenido por la AP. Fue mencionado por primera vez en la columna de la periodista de Iowa Julie Gammack el sábado, Iowa Potluck.
“Este es un momento peligroso y es más importante que el ego o los deseos de Joe Biden de permanecer como presidente”, concluyó Harkin.
El representante Jamie Raskin, demócrata de Maryland, describió “conversaciones muy honestas, serias y rigurosas que tienen lugar en todos los niveles de nuestro partido … sobre qué hacer”.
Pero el presidente del Comité Nacional Demócrata, Jaime Harrison, y la directora de campaña de Biden, Julie Chavez Rodríguez, tuvieron una llamada el sábado por la tarde con docenas de miembros del comité en todo el país, un grupo de algunos de los miembros más influyentes del partido, donde ofrecieron una evaluación positiva del camino a seguir y no dieron la oportunidad a otros en la llamada de responder con preguntas.
Varios miembros del comité en la llamada, la mayoría concedió el anonimato para hablar sobre la discusión privada, describieron sentir que se les pedía ignorar una situación grave.
“Había varias cosas que se podrían haber mencionado para abordar la situación. Pero no obtuvimos eso. Estábamos siendo manipulados”, dijo Joe Salazar, miembro electo del DNC de Colorado, que estuvo en la llamada.
