La presión ejercida por la inteligencia artificial (IA) en el ámbito federal de los Estados Unidos se intensifica en medio de un continuo auge de la IA generativa y un año electoral que podría influir en la futura regulación de la IA.
Según datos recientes de OpenSecrets, un grupo sin fines de lucro que rastrea y publica métricas sobre financiamiento de campañas y cabildeo, el número de grupos que hacen lobby ante el gobierno federal en temas relacionados con la IA aumentó de 459 en 2023 a 556 en la primera mitad de 2024 (de enero a julio). Al mismo tiempo, las principales startups de IA han intensificado sus iniciativas de cabildeo, revelan los datos de OpenSecrets.
El fabricante de ChatGPT, OpenAI, ha aumentado drásticamente sus gastos de cabildeo, gastando $800,000 en los primeros seis meses de 2024 en comparación con los $260,000 de todo 2023. Mientras tanto, la compañía ha ampliado su equipo de cabilderos externos de tres consultores el año pasado a alrededor de 15 en la primera mitad de 2024.
En marzo, poco antes de que OpenAI diera la bienvenida al ex director de la NSA, Paul Nakasone, a su junta directiva, la startup contrató al ex senador republicano Norm Coleman para abogar en temas de investigación y desarrollo. Otros bufetes de abogados prominentes, como Akin Gump Strauss Hauer & Feld y DLA Piper, han registrado cabilderos para OpenAI, según OpenSecrets.
OpenAI también ha fortalecido su equipo de políticas internas, contratando a Chan Park, ex director senior de asuntos con el Congreso en Microsoft, para encabezar sus asociaciones en Estados Unidos y Canadá. El número de empleados en la división de asuntos globales de OpenAI se ha cuadruplicado desde el año pasado a 35 en ocho países, según el Financial Times, y la compañía planea expandir la división a 50 para fin de año.
Por otro lado, el rival de OpenAI, Anthropic, está en camino de gastar medio billón de dólares en cabildeo en los próximos meses. Hasta ahora en 2024, Anthropic ha invertido $250,000 en su equipo de cinco cabilderos, casi la misma cantidad que gastó en tres cabilderos en todo 2023 ($280,000).
Incluso las empresas más pequeñas de IA están comprometiendo decenas de miles de dólares en esfuerzos de cabildeo. En la primera mitad de este año, Cohere, que invirtió $70,000 en cabildeo de formuladores de políticas el año pasado, aumentó su gasto a $120,000, según datos de OpenSecrets. Cohere se dedica principalmente a construir modelos de IA generativa personalizados para clientes empresariales, un negocio más estrecho que el de OpenAI o Anthropic.
No es casualidad que los cabilderos estén recibiendo más honorarios de los vendedores de IA. Por un lado, es un año electoral, y los principales candidatos presidenciales han dejado claro sus posturas divergentes sobre la regulación de la IA. La principal candidata demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris, ha señalado que está alineada con la visión del presidente Joe Biden de que la IA debería estar sujeta a algún tipo de supervisión federal. Por otro lado, el expresidente y posible candidato republicano, Donald Trump, ha propuesto desmantelar las políticas de IA de la Casa Blanca y una desregulación general.
El Departamento de Comercio de los Estados Unidos ha publicado recientemente un informe que podría anticipar la dirección de una administración Harris. El informe, elaborado por la Administración Nacional de Telecomunicaciones e Información del Departamento de Comercio, abogó por la liberación de nuevos modelos de IA generativa, especialmente modelos «open-weigh» como el Llama 3.1 de Meta, pero recomendó que el gobierno desarrolle «nuevas capacidades» para monitorear dichos modelos en busca de riesgos.
El Congreso aún no ha aprobado una legislación general sobre IA, ni siquiera ha propuesto una ley tan integral como las regulaciones de la Ley de IA de la UE. El vacío en la normativa federal ha llevado a un apresuramiento por llenar el vacío por parte de los gobiernos estatales y locales; según el grupo de cabildeo TechNet, se han propuesto cerca de 400 leyes estatales de IA este año.
OpenAI, por su parte, ha sido más vocal sobre qué leyes y normas de IA prefiere, esta semana respaldando proyectos de ley del Senado que establecerían un organismo federal para la formulación de normas sobre IA, proporcionarían becas federales para investigación y desarrollo en IA y establecerían recursos educativos de IA en universidades y entornos de educación primaria y secundaria.
A medida que el país espera los resultados de las elecciones de noviembre, OpenAI y otros vendedores de IA se enfrentan a posibles casos de competencia desleal por parte de los reguladores estadounidenses, incluidos el Departamento de Justicia y la Comisión Federal de Comercio (FTC).
En resumen, la intensificación del cabildeo de la IA en el ámbito federal de EE.UU. es una clara señal de la importancia de este tema en la agenda política actual, con grandes actores del sector tomando medidas concretas para influir en la regulación y dirección futura de la IA en el país. La batalla por el control y la supervisión de la IA está en pleno apogeo, y las decisiones que se tomen en los próximos meses tendrán un impacto significativo en el desarrollo y la adopción de esta tecnología tan transformadora.