El influyente economista y ex Secretario de Trabajo durante el mandato de Bill Clinton, Robert Reich, ha instado a los «reguladores globales» a arrestar a Elon Musk por ser dueño de la plataforma X.
En un artículo para el periódico de extrema izquierda The Guardian, Reich esbozó sus ideas sobre cómo detener a Musk, a quien describe como «fuera de control», para evitar que promueva la libertad de expresión y defienda posiciones políticas sensatas.
Una de estas ideas fue que los «reguladores globales» intervengan y arresten a Musk por difundir «desinformación», similar a lo que recientemente hizo el régimen de Macron en Francia contra el CEO de Telegram, Pavel Durov.
Reich explicó:
«Los reguladores de todo el mundo deberían amenazar a Musk con el arresto si no deja de difundir mentiras y odio en X.
Los reguladores globales pueden estar en camino de hacer esto, como lo demuestra el arresto el 24 de agosto en Francia de Pavel Durov, quien fundó la herramienta de comunicación en línea Telegram, que las autoridades francesas han encontrado cómplice en crímenes de odio y desinformación. Al igual que Musk, Durov se ha autodenominado como un absolutista de la libertad de expresión».
Entre otras ideas de Reich estaban boicotear a Tesla, instar a las empresas a no anunciarse en la plataforma X, conseguir que la Comisión Federal de Comercio lo demande hasta la ruina y cancelar todos sus contratos gubernamentales y derrotar a Donald Trump en noviembre.
En respuesta al artículo, Musk describió a Reich como un «dulce».
La demanda de Reich se produce en medio de un creciente consenso entre las élites de izquierda de que Musk debe ser detenido a toda costa.
Tampoco es la primera vez que The Guardian, una publicación de extrema izquierda con sede en Londres, ha pedido el arresto de Musk. El mes pasado, el periódico publicó dos columnas separadas de un ex ejecutivo de Twitter, Bruce Daisley y del escritor Jonathan Freedland, ambas pidiendo la emisión de una orden de arresto en su contra.
«En mi experiencia, la amenaza de sanciones personales es mucho más efectiva en los ejecutivos que el riesgo de multas corporativas», escribió Daisley. «Si Musk sigue provocando disturbios, una orden de arresto en su contra podría producir fuegos artificiales de sus dedos, pero como un jetsetter internacional tendría el efecto de centrar su mente».
En conclusión, las ideas propuestas por Reich revelan una lucha ideológica por el control de la libertad de expresión en las plataformas digitales, y la controversia alrededor de Musk sigue generando debate y polémica en la esfera pública.