La reciente declaración de Donald Trump sobre su voto en contra de una enmienda a la constitución del estado de Florida que garantizaría los derechos de aborto ha levantado polémica y puesto en riesgo su candidatura a la Casa Blanca. Esta postura, que el expresidente había mantenido ambigua hasta ahora, se clarificó este viernes durante una entrevista en Fox News donde afirmó que votaría en contra de la medida.
Esta decisión de Trump va en contra de una ley firmada por el gobernador republicano Ron DeSantis en Florida, que prohíbe los abortos después de las seis semanas de gestación. Aunque el expresidente declaró tener diferencias con esta prohibición tan temprana debido a que “se necesita más tiempo”, criticó las políticas “radicales” de los demócratas en relación al aborto, mencionando la posibilidad de realizar abortos hasta el noveno mes de embarazo.
El dilema de Trump se encuentra entre mantener el apoyo de los votantes conservadores y religiosos que se oponen al aborto, y la necesidad política de conquistar a votantes moderados e independientes que defienden los derechos de aborto. Esta decisión también se da en el contexto de la controversia sobre el aborto generada por la mayoría conservadora en la Corte Suprema y las estrictas leyes antiaborto promovidas por legislaturas estatales republicanas en todo el país.
Las encuestas muestran consistentemente que la mayoría de los estadounidenses se oponen a medidas tan estrictas sobre el aborto como la impuesta por Florida. Los demócratas, incluida la vicepresidenta Kamala Harris, han criticado duramente a Trump en materia de derechos reproductivos y plantean preocupaciones sobre prácticas reproductivas como la fecundación in vitro y la anticoncepción si es reelegido.
En un intento de aclarar su posición, Trump había dicho esta semana que aseguraría financiación para procedimientos de fecundación in vitro y había insinuado que votaría a favor de que el aborto no estuviera limitado a las primeras seis semanas de embarazo en Florida. Sin embargo, tras una reacción negativa de su base, tuvo que rectificar su posición y confirmar su voto en contra de la enmienda.
Ante estas declaraciones, Harris criticó a Trump por apoyar una prohibición de aborto tan extrema que afecta a las mujeres incluso antes de que sepan que están embarazadas. La vicepresidenta defendió el derecho de las mujeres a tomar decisiones sobre su salud y criticó la intervención del gobierno en la relación entre una mujer y su médico.
Estos vaivenes de Trump en relación a los derechos reproductivos se dan después de que su campaña atacara a Harris por cambiar de postura en varios temas para apelar a los votantes centristas. La polémica sobre el aborto sigue siendo un tema crucial en la carrera por la Casa Blanca, con posturas muy enfrentadas que marcarán la decisión de los votantes en las próximas elecciones.
En conclusión, la posición de Donald Trump en contra de garantizar los derechos de aborto en Florida refleja su estrategia para mantener el apoyo de su base conservadora, a pesar de los cuestionamientos y críticas de sectores más moderados y progresistas. Esta postura podría ser determinante en su campaña por la presidencia y en la polarización de la sociedad estadounidense en temas tan sensibles como el derecho a decidir sobre la propia salud reproductiva.