Columnista conservador describe cómo debería ser la estrategia mediática de Trump en un segundo mandato

Columnista conservador describe cómo debería ser la estrategia mediática de Trump en un segundo mandato

Los medios de comunicación en los Estados Unidos están rotos más allá de toda reparación. Todos sabemos esto porque los vemos día tras día y sabemos que son activistas demócratas primero y periodistas segundo.

Kurt Schlichter es el columnista principal en Townhall. En una columna reciente, enumeró una serie de sugerencias para Trump y cómo tratar con la prensa.

En resumen, Schlichter dice que el tiempo es corto y hay ciertas personas en la prensa que simplemente deberían ser excluidas de la conversación.

En su columna, Schlichter dice: «Los espasmos eróticos de los medios del régimen sobre la condena en la Corte de Nueva York – y la reacción en contra de los medios libres – reafirman la nueva realidad informativa. Los conservadores deben entender que este no es el mismo entorno mediático en el que crecimos la mayoría de los republicanos mayores. Ya no hay solo tres cadenas. Ya no hay solo un par de canales de noticias por cable básicos. Ya no hay solo el Washington Post y The New York Times. Hay todo un mundo de nuevas y diferentes fuentes de información que se burlan de los guardianes del zeitgeist de la vieja escuela…».

Schlichter tiene razón en todo esto. Si Trump gana un segundo mandato, no debería perder el tiempo discutiendo con activistas de NBC News o The New York Times. No habrá un segundo que perder y estos medios de comunicación no merecen la atención de todos modos.

Una estrategia mediática conservadora poderosa y ofensiva no es un lujo, es una necesidad. Los medios del régimen han sido completamente armados en nuestra contra y no solo deben ser neutralizados, sino activamente derrotados. Un enfoque inteligente sería ignorar a los medios de comunicación que no están dispuestos a informar de manera objetiva y neutral.

En conclusión, es hora de tomar medidas drásticas en cuanto a la relación entre el gobierno y los medios de comunicación. Es necesario establecer límites claros y no desperdiciar tiempo y energía en medios que buscan influenciar en lugar de informar. Trump y cualquier otro líder político deben reconocer esto y actuar en consecuencia.