Francia está piloteando una semana laboral de 4 días para padres divorciados.

Francia está piloteando una semana laboral de 4 días para padres divorciados.

Francia se une a la tendencia de la semana laboral de cuatro días con un enfoque especial en padres divorciados que comparten la custodia de sus hijos. El esquema francés, que comenzará en septiembre y se aplicará a un grupo selecto de funcionarios públicos, permitirá a los padres que tienen la custodia de sus hijos solo en semanas específicas trabajar cuatro días en lugar de cinco.

El primer ministro francés, Gabriel Attal, de 35 años, ha hablado anteriormente sobre experimentar con la semana laboral de cuatro días. Según su plan, los empleados pasarían más tiempo en la oficina en los días que trabajan, para que el tiempo trabajado no se reduzca de las 35 horas estipuladas. Attal presentó inicialmente la semana laboral de cuatro días hace unos dos años, cuando era ministro de presupuesto de Francia. Ahora, espera expandir el sistema para que se aplique a toda la fuerza laboral francesa.

Francia tiene una necesidad apremiante de mayor flexibilidad entre los co-padres: se estima que medio millón de niños (o el 12% del total) en el país alternan entre sus padres semanalmente. Estudios han demostrado que los niños de padres separados pueden verse afectados negativamente en su calidad de vida, según el Instituto Nacional de Estudios Demográficos de Francia. El nuevo sistema de cuatro días podría ayudar al acomodar los horarios de los padres para que puedan pasar más tiempo con sus hijos mientras trabajan en sus empleos regulares.

El plan está en discusión en un seminario del gobierno la próxima semana.

La apetencia por la semana laboral de cuatro días en Francia ha ido aumentando a lo largo de los años, y aproximadamente 10,000 trabajadores ya están trabajando semanas de cuatro días. Hay grandes beneficios que se pueden obtener, como lo demostró una empresa francesa, LDLC, que vio un aumento del 40% en la rotación sin necesidad de contratar talento adicional.

Algunos vecinos europeos de Francia han tenido una ventaja de algunos años. Bélgica, por ejemplo, introdujo una reforma que otorga a las personas el derecho a trabajar cuatro días en lugar de cinco. Varios otros países, incluidos el Reino Unido e Islandia, han piloteado una semana laboral más corta y han visto resultados abrumadoramente positivos.

Alemania lanzó una prueba del programa a principios de este año. Suscríbete al nuevo boletín semanal Fortune CEO Europa para obtener información sobre las principales historias empresariales en Europa. ¡Regístrate gratis!