El presidente Joe Biden admite que la frontera no está segura y pide cambios masivos en la política de inmigración en medio de la presión republicana.
El mandatario estadounidense, Joe Biden, ha sorprendido a todos con una repentina admisión sobre la inseguridad en la frontera con México, contradiciendo al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas. Biden, de 81 años, ha destacado la necesidad de cambios significativos en el sistema de asilo para asegurar el control de la frontera.
Estas declaraciones se producen en un momento en que las encuestas muestran una disminución marcada en la aprobación de la gestión de Biden en la crisis migratoria, que ha experimentado un aumento récord en el número de cruces ilegales en diciembre. A pesar de desacreditar las afirmaciones de Mayorkas, Biden defendió a su secretario de Seguridad Nacional ante los esfuerzos de los republicanos de la Cámara de Representantes para destituirlo, demostrando así su apoyo.
Mientras tanto, los republicanos de la Cámara de Representantes tienen planteada la pregunta de si están dispuestos a actuar para resolver el problema de la frontera, en lugar de utilizarlo para obtener réditos políticos contra el presidente. Biden les desafió a tomar medidas para solucionar la crisis migratoria.
Con una imagen de inseguridad en la frontera y un aumento constante en los cruces ilegales, esta admisión de Biden evidencia la presión que enfrenta su administración en torno a la política de inmigración. Mientras él y Mayorkas prometen cambios masivos, el tema continúa generando polémica en medio del continuo flujo de inmigrantes.
La cuestión queda en el aire: ¿Estos cambios serán suficientes para abordar la crisis migratoria en la frontera con México?