El último estudio de Bankrate revela que los estadounidenses en promedio dicen que necesitan ganar más de $186,000 al año para vivir cómodamente, una cifra que ha disminuido un 20% con respecto al año pasado. Sin embargo, la Generación Z es la excepción, ya que indicó que necesitan ganar $200,000 al año para sentirse cómodos o financieramente seguros, un aumento del 3.6% con respecto a la encuesta de Bankrate del 2023.
Es interesante observar que, mientras que el umbral de ingresos disminuyó para todos los demás grupos de edad, la percepción de lo necesario para vivir cómodamente también bajó en otras categorías demográficas, como género, grupo étnico, y la presencia de hijos.
La encuesta también reveló que, en promedio, los estadounidenses consideran que necesitan ganar $520,000 al año para sentirse ricos, un aumento del 7.7% con respecto al año anterior. Sin embargo, la Generación Z destacó en este aspecto, indicando que necesitan ganar $461,000 para alcanzar ese estatus, un aumento enorme del 20.7%.
A pesar de que las percepciones sobre salarios y nivel de vida están cambiando, los estadounidenses reportan sentirse más inseguros financieramente. Aunque la cantidad necesaria para vivir cómodamente haya disminuido, sigue siendo más del doble del ingreso promedio a tiempo completo de $79,000. Según el informe de Bankrate, solo el 25% de las personas encuestadas se siente completamente financiera segura, en comparación con el 28% del 2023.
En este contexto, la Generación Z muestra un optimismo único, siendo el grupo más joven el más esperanzador en cuanto a seguridad financiera a futuro. A pesar de los crecientes costos de vida y la crisis habitacional que requiere un ingreso de seis cifras para comprar una vivienda, los jóvenes de la Generación Z y los millennials son cada vez más susceptibles a lo que se conoce como «disforia financiera».
De acuerdo con una encuesta de Intuit Credit Karma en enero, el 45% de los miembros de la Generación Z y los millennials están obsesionados con la idea de ser ricos, y un alto porcentaje de ellos se sienten rezagados financieramente en comparación con sus pares. Este fenómeno, denominado «disforia financiera», refleja el constante deseo de equipararse financieramente con los demás, generando sentimientos de inadecuación.
En resumen, la percepción de lo necesario para vivir cómodamente y sentirse financieramente seguro ha cambiado entre los estadounidenses, con la Generación Z demostrando una mentalidad distinta y una mayor preocupación por su estabilidad económica futura. A medida que el panorama financiero evoluciona, es crucial abordar las expectativas y presiones financieras que enfrentan las generaciones más jóvenes en la sociedad actual.