El progreso en la implementación de estaciones de carga para vehículos eléctricos en los Estados Unidos ha sido criticado como «patético» por un senador demócrata. A pesar de que se creó un programa de $5 mil millones en el 2021 para este propósito, solo siete estaciones han comenzado a operar hasta el momento, con tan solo unas docenas de puertos de carga en total.
Los fabricantes de automóviles y otros sostienen que la expansión drástica de las estaciones de carga para vehículos eléctricos es crucial para la amplia implementación de estos vehículos, los cuales forman parte de los esfuerzos de la Administración Biden para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
En una audiencia del comité del Senado de Medio Ambiente y Obras Públicas, Shailen Bhatt, administrador de la Administración Federal de Carreteras (FHWA), reconoció la lentitud en la implementación y se comprometió a trabajar con los estados para acelerar el despliegue de cargadores para vehículos eléctricos. El senador Jeff Merkley calificó esta situación como una «enorme falla administrativa» y abogó por una pronta solución.
El objetivo de la Casa Blanca es expandir la red nacional de cargadores a 500,000 puertos, incluyendo cargadores de alta velocidad, a no más de 50 millas de distancia en las carreteras más transitadas del país. A pesar de los desafíos, la Secretaria de Energía, Jennifer Granholm, afirmó que 27 estados han solicitado la construcción de estaciones de carga y se espera que al menos 1,000 estén operativas para fin de año.
A pesar de los obstáculos, Estados Unidos ha logrado aumentar el número de puertos de carga pública significativamente desde el inicio de la administración Biden, y Bhatt se mostró confiado en que se alcanzará la meta de 500,000 puertos de carga. Es evidente que la infraestructura de carga para vehículos eléctricos es esencial para facilitar la transición hacia una movilidad más sostenible y amigable con el medio ambiente.