En su discurso económico en Michigan, un estado clave en las elecciones presidenciales, Donald Trump prometerá ayudar a impulsar la industria automotriz de EE. UU., en parte haciendo que los intereses de los préstamos para autos sean totalmente deducibles de impuestos. El ex presidente argumenta que esto estimulará la producción automotriz nacional y hará que la propiedad de un automóvil sea considerablemente más asequible para millones de familias trabajadoras estadounidenses.
Además, Trump también destacará una propuesta para ayudar a las pequeñas empresas a pagar vehículos de trabajo, duplicando el monto de inversión en equipos que pueden deducir a $1 millón. Asimismo, planea usar la cláusula de renegociación de seis años del T-MEC para imponer aranceles si es necesario para evitar que China venda autos en EE. UU. que se fabriquen en México.
Por otro lado, Trump se comprometerá a detener que los vehículos autónomos fabricados en China circulen en las carreteras estadounidenses, una medida que beneficiaría a Elon Musk, de Tesla Inc., con quien compite en tecnología similar.
A diferencia del gobierno de Biden y Harris, que han propuesto prohibir hardware y software chinos para vehículos conectados debido a preocupaciones de seguridad nacional, Trump busca aprovechar la economía como un tema en que los votantes lo prefieren sobre Harris. Critica la gestión económica actual y se espera que mencione un informe reciente de precios al consumidor que muestra un aumento inesperado en la inflación.
En definitiva, el discurso de Trump en Michigan busca atraer a los trabajadores de cuello azul en un estado donde la industria automotriz tiene gran importancia. Su propuesta busca impulsar la producción nacional, proteger el mercado de autos de la influencia china y fortalecer la economía en general.