Tesla ha emitido una actualización de software para más de 1,8 millones de vehículos en Estados Unidos para reparar un sistema de notificación defectuoso de capós desenganchados, también conocidos como capós en Estados Unidos.
En un aviso de recall, los reguladores de seguridad estadounidenses dijeron que una pieza defectuosa significaba que los coches podrían no ser capaces de detectar y alertar a los conductores cuando la pieza de la cubierta delantera está desenganchada, con el riesgo de que se abra por completo cuando el coche empieza a moverse.
Tesla empezó a investigar el problema en marzo, después de que surgieran quejas de «eventos de apertura involuntaria del capó» en China, donde se fabricó la pieza.
El recall afecta a un número significativo de vehículos fabricados por la empresa en los últimos años, incluidos ciertos coches Model 3, Model S y Model X fabricados desde 2020.
La investigación de Tesla descubrió que los problemas eran más frecuentes en China que en Europa o Norteamérica, «por razones desconocidas», según los documentos de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) publicados sobre el recall. En Estados Unidos, la empresa afirmó que solo conocía tres informes potencialmente relacionados con el problema y que no tenía conocimiento de ningún accidente o lesión.
Este mes, «por precaución mientras continúan todos los estudios de ingeniería, Tesla tomó la determinación de retirar voluntariamente los vehículos afectados», según los documentos de la NHTSA.
Tesla había comenzado a enviar la actualización de software a los clientes en junio. Solo el 1% de los vehículos involucrados en el retiro es probable que tengan el defecto, según el aviso.
Es el último aviso de retiro que involucra a la empresa de autos eléctricos de Elon Musk, que ha aumentado drásticamente la producción en los últimos años.
El más importante involucró actualizaciones de seguridad para su sistema de piloto automático para más de dos millones de autos a fines del año pasado.
En 2021, la empresa también enfrentó un retiro relacionado con pestillos de capó defectuosos, algunos de los cuales estaban desalineados y ponían la pieza en mayor riesgo de abrirse.
En ese caso, el retiro se centró en unos 119.000 sedanes de lujo Model S y requirió el reensamblaje del pestillo secundario.