El famoso cantante Sean Kingston y su madre, Janice Turner, han sido acusados de cometer más de $1 millón en fraudes, según informó la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos en el Distrito Sur de Florida. El rapero de «Beautiful Girls», de 34 años, y su madre, de 61, comparecieron el viernes en la corte federal después de que un gran jurado en Miami emitiera una acusación que los acusaba de reclamar falsamente transferencias bancarias para artículos de lujo como vehículos especializados y joyas, entre otras cosas.
Los cargos de conspiración para cometer fraude electrónico y fraude electrónico, según la agencia, se derivan de su presunta participación en «un plan para defraudar a los vendedores víctimas de vehículos especializados de alto nivel, joyas y otros bienes comprados por los acusados a través del uso de documentos fraudulentos». La Oficina del Fiscal de los Estados Unidos afirmó además que Kingston y Turner «se enriquecieron injustamente al representar falsamente que habían ejecutado transferencias bancarias u otros pagos monetarios como pago por vehículos, joyas y otros bienes comprados por los acusados, cuando de hecho no se habían ejecutado dichas transferencias por los supuestos bancos, y posteriormente los acusados retuvieron o intentaron retener los vehículos, joyas y otros bienes a pesar de la falta de pago. A través de la ejecución de este esquema, los acusados obtuvieron más de $1 millón en propiedad».
Según The Associated Press, citando la acusación federal, se alega que Kingston y Turner robaron casi $500,000 en joyas, más de $200,000 de Bank of America, $160,000 de un concesionario de Cadillac Escalade, más de $100,000 de First Republic Bank y $86,000 del fabricante de camas personalizadas.
Kingston, cuyo nombre real es Kisean Paul Anderson, y su madre fueron acusados cada uno de un cargo de conspiración para cometer fraude electrónico y cinco cargos de fraude electrónico. Si son condenados, enfrentarán hasta 20 años tras las rejas por cada cargo.
Este caso viene más de dos meses después de que Kingston fuera arrestado en una base militar en California (donde estaba actuando) y extraditado a Florida tras un operativo SWAT en su hogar en Florida, donde Turner fue arrestada.
La incursión del 23 de mayo vino después de que Ver Ver Entertainment demandara al cantante jamaicano-estadounidense en el condado de Broward, alegando que Kingston firmó un contrato en 2023 para la venta e instalación de una colosal TV de 232 pulgadas, junto con un sistema de sonido robusto, en su hogar en Florida. Según documentos de la corte obtenidos por ET, Kingston se jactaba de su relación con Justin Bieber y, con la promesa de producir videos promocionales con Bieber, convenció a Ver Ver Entertainment de aceptar un pago inicial más bajo y crédito hacia el precio de compra.
Ver Ver Entertainment afirma que Kingston no tenía intenciones de pagar en su totalidad por la televisión y el sistema de sonido colosal. En el momento de su arresto en mayo, Kingston estaba cumpliendo dos años de libertad condicional por tráfico de propiedad robada. Turner previamente se declaró culpable de fraude bancario por robar $160,000. Ella cumplió más de un año en prisión, según registros federales.