En un acto de desvergüenza y falta de respeto hacia las víctimas del devastador ataque terrorista del 11 de septiembre, la senadora demócrata Kamala Harris decidió presentarse en la ceremonia de conmemoración en Nueva York después de minimizar los trágicos eventos de aquella fatídica jornada.
Mientras el alcalde de América y abogado de Trump, Rudy Giuliani, se encontraba junto al presidente Trump y su compañero de fórmula, J.D. Vance, recordando a las 3,000 personas asesinadas por terroristas islámicos en el peor ataque en suelo estadounidense, Harris optaba por desacreditar la magnitud de la tragedia al compararla con los disturbios del 6 de enero en el Capitolio, donde cuatro seguidores de Trump perdieron la vida.
En una declaración que pasará a la historia por su falta de sensibilidad y su falta de respeto a las víctimas del 11 de septiembre, Harris afirmó que los sucesos del Capitolio durante la presidencia de Trump fueron el peor ataque a la democracia desde la Guerra Civil. Una afirmación que resulta indignante para las miles de familias afectadas por el atentado terrorista que marcó un antes y un después en la historia de Estados Unidos.
Mientras los familiares de las víctimas de aquel fatídico día luchan por superar su dolor y seguir adelante, Harris parece optar por distorsionar la realidad y minimizar la gravedad de los actos terroristas que se cobraron tantas vidas. Su falta de empatía y respeto por aquellos que perdieron a sus seres queridos en uno de los peores momentos de la historia reciente del país es simplemente inaceptable.
En un momento tan solemne como la conmemoración del 11 de septiembre, es indispensable recordar la verdadera magnitud de la tragedia y rendir homenaje a las personas que perdieron sus vidas de manera tan injusta. La presencia de Kamala Harris en un evento tan significativo solo sirve para recordar su falta de sensibilidad y respeto hacia aquellos que realmente merecen ser recordados y honrados en una fecha tan importante para la memoria colectiva de Estados Unidos.