En el mundo de las televisiones, la tecnología OLED ha sido la reina indiscutible gracias a su excelente calidad de imagen y píxeles autoemisivos, que proporcionan los mejores niveles de negros y contraste del mercado. Sin embargo, en los últimos años ha surgido un nuevo contendiente: la tecnología mini-LED. Esta tecnología premium, basada en retroiluminación, mejora la tecnología tradicional LED-LCD al utilizar LEDs mucho más pequeños, lo que permite usarlos en cantidades mucho mayores. El resultado es una imagen con negros más profundos y un control de brillo superior, lo que pone a los mini-LED al nivel de las mejores televisiones OLED, como lo demuestra el nuevo modelo de Sony, el Sony Bravia 9.
Con marcas como Sony, Samsung, TCL y Hisense adoptando esta tecnología, nunca ha habido un mejor momento para aprender sobre mini-LED.
¿Qué es una televisión mini-LED?
Las TV mini-LED son esencialmente iguales a las TV LED estándar, pero en lugar de usar unos cientos de LEDs en su retroiluminación, las mini-LED usan miles de LEDs mucho más pequeños en el mismo espacio, lo que mejora el control de la luz.
¿Las TV mini-LED usan puntos cuánticos?
En general, sí. Hasta ahora, no hemos visto una TV mini-LED que no sea también una QLED (televisión con puntos cuánticos). Sin embargo, esto no es una regla estricta. Es posible construir una TV mini-LED sin puntos cuánticos, pero como esta tecnología es relativamente nueva y se utiliza principalmente en modelos de gama media y alta, los puntos cuánticos son una característica esperada.
¿Por qué importa el tamaño (y la cantidad) de LEDs?
En las TV LED, el brillo de la imagen se controla mediante una retroiluminación compuesta de LEDs individuales. En los modelos más económicos, todos los LEDs se controlan juntos, es decir, se iluminan o atenúan al mismo tiempo. El problema es que muchas imágenes en pantalla tienen zonas brillantes y oscuras, y cuando toda la retroiluminación se comporta como una sola unidad, los negros pueden parecer grises.
Sin embargo, las TV LED más avanzadas dividen los LEDs en zonas, cada una de las cuales se puede atenuar de forma independiente. Este concepto se conoce como atenuación local de matriz completa (FALD por sus siglas en inglés), y sincroniza las zonas de retroiluminación con las áreas brillantes y oscuras de la imagen. Esto reduce drásticamente la dependencia de la TV en su panel LCD para bloquear la luz.
Con LEDs de tamaño estándar, hay un límite práctico de cuántas zonas se pueden tener, especialmente en pantallas más pequeñas. Los mini-LED, al ser mucho más pequeños, permiten empaquetar más LEDs en el mismo espacio, lo que crea más zonas y una distribución de luz más uniforme.
Cómo los mini-LED pueden mejorar la calidad de imagen
En un mundo ideal, los mini-LED tendrían el tamaño de un píxel, y cada uno funcionaría como su propia zona, ajustándose de forma independiente sin «contaminar» a su LED vecino. Este sistema competiría directamente con el contraste de las OLED, ofreciendo un brillo superior y eliminando el riesgo de quemado de pantalla. Este es el concepto detrás de las TV MicroLED, aunque esa tecnología sigue siendo extremadamente costosa.
Sin embargo, no es necesario llegar a un control de brillo a nivel de píxel para que una mini-LED compita con una OLED. Con miles de zonas de retroiluminación, una TV mini-LED puede ofrecer un control regional del brillo lo suficientemente flexible como para ofrecer una alternativa convincente a la tecnología OLED.
¿Por qué no todas las TV mini-LED ofrecen la mejor calidad de imagen?
Aunque las TV mini-LED mejoran el control de brillo y contraste, no todas son iguales. El número de mini-LED y la cantidad de zonas importan, pero también lo hace la potencia de procesamiento del televisor. Si no puede sincronizar correctamente sus zonas con imágenes en movimiento rápido, incluso los mini-LED no mejorarán mucho la imagen.
Es como un equipo de Fórmula 1: el éxito depende de que el motor, el conductor y el equipo trabajen en perfecta armonía. Una TV mini-LED también necesita que todos sus componentes estén alineados para ofrecer el mejor rendimiento.
¿Qué marcas fabrican TV mini-LED?
Hoy en día, la mayoría de las grandes marcas de televisores fabrican modelos con tecnología mini-LED, aunque algunas usan nombres propios para describirla. TCL fue uno de los pioneros en adoptar esta tecnología, mientras que Sony la ha incorporado en su gama alta, como el Sony Bravia 9. Samsung llama a sus modelos mini-LED Neo QLED, y LG utiliza el nombre QNED, aunque no todos sus modelos QNED incluyen mini-LED. Hisense ha sido una de las marcas más agresivas en la adopción de mini-LED: todos sus modelos ULED 4K actuales ya cuentan con esta tecnología.
¿Son caras las TV mini-LED?
No necesariamente. Algunas TV mini-LED tienen precios similares a los televisores QLED estándar. Por ejemplo, el modelo de 65 pulgadas Hisense U6 tiene un precio de alrededor de 550 dólares. Sin embargo, los modelos de gama media y alta pueden ser mucho más caros. Un Samsung QN90D de 65 pulgadas cuesta aproximadamente 2.300 dólares, mientras que una OLED Samsung S95D del mismo tamaño ronda los 3.100 dólares.
El Sony Bravia 9 Series, la televisión insignia de la marca en 2024, cuesta unos 3.000 dólares en su versión de 65 pulgadas.
¿Deberías comprar una TV mini-LED?
Sí, pero no simplemente porque utilice mini-LEDs. Como mencionamos antes, los mini-LED son solo pequeñas luces LED. Tener una retroiluminación de mini-LED es solo el punto de partida. Algunas TV mini-LED no ofrecen grandes ventajas sobre una TV LED estándar, y podrías gastar más de lo necesario.
Como siempre, te recomendamos investigar antes de comprar. Lee reseñas detalladas que hablen sobre el brillo y el contraste, ya que estos son indicadores clave para saber si el fabricante ha aprovechado al máximo la tecnología mini-LED.