En la temporada 2024-25 de la Premier League, el entrenador en jefe de Chelsea, Enzo Maresca, ha dejado en claro que el principal objetivo del club es vender jugadores para equilibrar las finanzas. El club del oeste de Londres ha estado muy activo en el mercado de fichajes desde que el propietario estadounidense Todd Boehly asumió el control hace dos años.
Este año, Chelsea ha gastado más de 160 millones de libras esterlinas (equivalente a unos 211,5 millones de dólares) en 11 nuevas incorporaciones, entre las que destacan el extremo Pedro Neto, el delantero Joao Félix, el centrocampista Kiernan Dewsbury-Hall y el portero Filip Jorgensen. Sin embargo, la prioridad actual del club es reducir el tamaño de la plantilla para cumplir con las normas de beneficio y sostenibilidad de la Premier League.
El martes, Maresca expresó en una entrevista en el sitio web del club que «El objetivo es resolver el problema económico en términos de venta de jugadores. A partir de ahí, intentamos hacer lo mejor posible y ver hasta dónde llegamos». Estas declaraciones reflejan la situación crítica en la que se encuentra Chelsea, ya que a pesar de las recientes ventas de Conor Gallagher al Atlético de Madrid y del defensa Ian Maatsen al Aston Villa, el club todavía cuenta con más de 40 jugadores registrados en la plantilla.
Las dificultades de Chelsea para deshacerse de jugadores han sido ampliamente documentadas. Entre los jugadores más notorios que han sido apartados del primer equipo están los internacionales ingleses Ben Chilwell y Raheem Sterling, quienes forman parte de un grupo de aproximadamente 15 jugadores con salarios elevados que no están entrenando con el equipo principal.
Maresca también comentó sobre la situación actual del equipo en cuanto a expectativas: «En este momento, el objetivo es mejorar a los jugadores. Nadie del club me ha pedido competir por la Premier League o por un puesto en la Liga de Campeones,» añadió el italiano. Este enfoque en la mejora individual de los jugadores en lugar de competir por trofeos importantes sugiere una estrategia a largo plazo para construir un equipo más cohesionado y sostenible.
«Quiero ver a mi equipo jugar de la manera en que queremos jugar y competir en cada partido. Quiero ver en el balón una idea clara de lo que desean hacer, y fuera del balón, un equipo muy agresivo. Lo más importante es mejorar partido tras partido,» concluyó Maresca.
Esta temporada, los aficionados del Chelsea tendrán que adaptarse a un enfoque diferente, donde el desarrollo del equipo y la estabilidad financiera toman prioridad sobre la ambición de competir al más alto nivel de inmediato. Con el mercado de fichajes aún abierto, queda por ver si Chelsea logrará reducir su plantilla y, al mismo tiempo, fortalecer el equipo para afrontar los desafíos de la temporada en curso.
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