Ford Motor tomó la decisión de cancelar su SUV eléctrica de tres filas antes incluso de su lanzamiento, lo que refleja los desafíos y la reticencia de los consumidores a adoptar la tecnología eléctrica a la velocidad que se esperaba. A pesar de las grandes expectativas y la inversión inicial, la marca automotriz ha optado por centrarse en SUV híbridos de tres filas, en lugar de los vehículos totalmente eléctricos.
La cancelación de este importante vehículo supone un cambio significativo en la estrategia de Ford en lo que respecta a los vehículos eléctricos. Si bien algunos críticos se preguntan por qué la empresa ha tardado tanto en ajustar su plan de productos, los ejecutivos de Ford están convencidos de que están tomando las decisiones necesarias para producir EV rentables. Este cambio de rumbo también requiere una actualización en la presentación de la compañía a los inversores y en la manera en que impulsarán el valor de las acciones en el mercado.
A pesar de las pérdidas financieras que implicará la cancelación de la SUV eléctrica, muchos analistas consideran que Ford ha tomado la decisión correcta al centrarse en productos híbridos y en el desarrollo de vehículos eléctricos más asequibles para el futuro. Con planes de presentar una nueva camioneta eléctrica en 2027 y un nuevo enfoque en camionetas pickup y vehículos comerciales, Ford busca consolidar su posición en el mercado de vehículos eléctricos.
Aunque la cancelación de la SUV eléctrica representa un revés para Ford, la empresa sigue apostando por la innovación y el desarrollo de productos eléctricos que se adapten a las necesidades y preferencias cambiantes de los consumidores. Con una estrategia enfocada en la rentabilidad y la sostenibilidad a largo plazo, Ford está demostrando su compromiso con el futuro de la movilidad eléctrica.
