A medida que Israel contempla su próximo movimiento contra Irán y sus proxy, expertos advierten que los mercados petroleros no están considerando completamente los riesgos geopolíticos. Tras la cascada de misiles que Teherán lanzó a Israel esta semana en represalia por el asesinato del líder de Hezbollah Hassan Nasrallah en un ataque aéreo israelí en Líbano, las expectativas son altas de que el sector petrolero de Irán podría ser el próximo objetivo. Como resultado, los precios del petróleo Brent han aumentado un 8% en la última semana, estableciéndose en $78.05 por barril el viernes.
Bob McNally, fundador de Rapidan Energy Group y ex asesor energético del presidente George W. Bush, dijo que los mercados petroleros no se darán cuenta hasta que las entregas físicas realmente se interrumpan. A pesar de ello, espera que Israel inicialmente golpee las defensas aéreas, suministros de municiones o centros de comando y control. Sin embargo, advirtió que golpear el complejo nuclear de Irán o las instalaciones petroleras principales desencadenaría una guerra regional y aumentaría bruscamente los precios del petróleo.
Una pieza crucial de la infraestructura petrolera de Irán es Kharg Island, que maneja el 90% de las exportaciones de crudo del país. Según Helima Croft, jefa de estrategia de productos básicos en RBC Capital Markets, si Israel ataca esa instalación, es probable que el crudo Brent se dispare por encima de $90 por barril, ya que afectaría 1.7 millones de barriles diarios en exportaciones. Pero golpear una refinería de petróleo tendría un efecto menor en el suministro mundial de crudo que un centro de exportación.
En conclusión, la tensión entre Israel e Irán plantea riesgos significativos para los mercados petroleros globales, y cualquier escalada de conflicto podría tener un impacto desestabilizador importante en los precios del petróleo. Los actores involucrados deben considerar las implicaciones a largo plazo de sus acciones para evitar una crisis a mayor escala.