En un mercado tecnológico cada vez más dependiente de la innovación en semiconductores, el voraz apetito de NVIDIA por los chips está superando las capacidades de producción de los proveedores surcoreanos, presagiando los niveles de inventario de semiconductores más bajos desde 2014.
Como pionera en productos basados en semiconductores, como tarjetas gráficas, aceleradores de inteligencia artificial y futuras CPU, la trayectoria de expansión de NVIDIA, junto con gigantes de la industria como Intel y AMD, ha creado un cuello de botella en la cadena de suministro global.
El aumento de la demanda, particularmente en los segmentos de servidores de IA y computación de alto rendimiento (HPC), ha impulsado a NVIDIA a la vanguardia. Sin embargo, este rápido crecimiento ha dejado a los fabricantes de chips surcoreanos como Samsung y SK Hynix luchando por mantener el ritmo, exacerbando las preocupaciones sobre la escasez de chips.
Si bien la producción de chips de Corea del Sur experimentó un encomiable aumento del 22% en abril, las existencias se desplomaron un 33,7% durante el mismo período, lo que indica un déficit de producción significativo. Los analistas proyectan que esta tendencia persistirá, y se espera que la demanda de chips impulsada por el auge de la IA aumente hasta al menos mediados de 2025, según un informe reciente del Banco de Corea.
El efecto dominó se extiende más allá de NVIDIA, y otros gigantes tecnológicos como Intel y AMD también contribuyen a la creciente escasez de chips. La agresiva incursión de Intel en el sector de la IA, impulsada por importantes inversiones nacionales y avances en tecnologías de servidores, incluida la introducción de nuevos procesadores Xeon y aceleradores Gaudí, subraya la tendencia más amplia de la industria.
De manera similar, la estrategia de AMD de ofrecer una cartera diversa de soluciones escalables a una amplia base de clientes refleja la intensificación de la competencia y la creciente necesidad de tecnologías de chips innovadoras. Sin embargo, el impulso colectivo para aumentar el volumen de producción plantea desafíos sin precedentes, que superan incluso el frenesí de la era de la minería de criptomonedas.
Mientras la industria tecnológica lidia con las ramificaciones de una cadena de suministro de semiconductores tensa, las partes interesadas se enfrentan al imperativo de abordar los cuellos de botella de producción y reforzar la resiliencia para mitigar futuras interrupciones.