En los créditos iniciales de la película de Will Ferrell, «Talladega Nights: The Ballad of Ricky Bobby», hay una cita que dice: «Estados Unidos se trata de velocidad. Velocidad caliente, sucia, mala.» – Eleanor Roosevelt, 1936. Obviamente, la Primera Dama de EE. UU. nunca dijo esa frase, pero el sentimiento sigue siendo cierto.
A todos, incluidos los fanáticos del rugby australiano, les encantan las cosas que van rápido. Durante las últimas dos temporadas, nadie ha sido más rápido que el No.11 de los ACT Brumbies, Corey Toole.
«¡Agítalo y hornéalo, baby!» Muchos dicen que es el más rápido que ha habido en un equipo australiano de Super Rugby. Si no está anotando tries, está creándolos con su velocidad deslumbrante.
Entonces, ¿quién es el ala más afilada del país y quién se ha unido en el podio de los voladores australianos de todos los tiempos?
Toole, un exjugador del equipo nacional de rugby a siete de Australia, ha demostrado ser extremadamente rápido, hábil y astuto. Su impacto fue inmediato en el escenario internacional, donde fue nombrado novato del año de World Rugby en su primer año.
Incluso los expertos como Karl Te Nana, capitán de los exitosos equipos de rugby siete de Nueva Zelanda y comentarista de sevens durante casi 20 años, están impresionados por la velocidad y habilidad de Toole. De hecho, Te Nana lo compara con jugadores de clase mundial como Carlin Isles y Perry Baker.
Toole se ha destacado también en el Super Rugby Pacific con los Brumbies, mostrando una combinación letal de velocidad y habilidad. Los expertos coinciden en que Toole es una pieza clave en cualquier equipo y que su velocidad es invaluable.
En la historia del Super Rugby, ha habido jugadores ridículamente rápidos en todo el torneo. Sin embargo, la pregunta que se plantea es si Corey Toole es el más rápido que ha calzado botines para un equipo australiano. Diversos expertos y exjugadores han debatido sobre quién merece el título, y la mayoría coincide en que Corey Toole es el más rápido que hemos visto.
En resumen, Corey Toole ha demostrado ser el jugador más rápido y habilidoso en la historia del rugby australiano. Su velocidad y talento lo han convertido en una estrella en ascenso que promete brillar en el escenario internacional y en el rugby profesional.