En un panorama económico mundial marcado por la incertidumbre, las bolsas de Hong Kong, Asia y Europa presentaron movimientos diversos. Mientras que las acciones en Hong Kong experimentaron un importante incremento, algunos mercados en Europa y Asia registraron pequeñas ganancias. A la espera de la respuesta de Israel al ataque con misiles de Irán el martes, los precios del petróleo aumentaron. Mientras tanto, los mercados de China permanecieron cerrados por las festividades de la Semana Dorada.
Los futuros del S&P 500 se mantuvieron en 5,753.75, con un aumento del 0.07%, mientras que el índice mismo cerró en 5,699.94, cayendo un 0.17%. En cuanto a otras cifras, el Nasdaq Composite se ubicó en 17,918.48, con una disminución del 0.04%. El Hang Seng Index de Hong Kong experimentó un incremento del 2.82%, reflejando el impulso de las medidas de estímulo económico implementadas por China en la región.
En Japón, el Nikkei 225 terminó la semana con un leve aumento del 0.22%, luego de que el Primer Ministro Shigeru Ishiba delineara su plan económico, que incluye aumentos salariales por encima de la inflación y apoyo a los hogares de bajos ingresos. Por otro lado, en Europa, las acciones se mantuvieron estables con el STOXX Europe 600 subiendo un 0.21%.
En los Estados Unidos, los índices de Wall Street mostraron poca variación en las operaciones previas a la apertura, con un enfoque en el informe de empleo de septiembre que podría influir en futuros recortes de tasas de interés. Mientras tanto, las acciones de Spirit Airlines cayeron un tercio en las operaciones previas al mercado tras considerar la posibilidad de una bancarrota.
En un contexto marcado por la escalada de los precios del petróleo debido a las tensiones en Medio Oriente, las acciones en general mostraron una tendencia a la baja. Sin embargo, algunas empresas lograron destacarse, como Nvidia, cuyas acciones aumentaron más del 3% después de destacar la fuerte demanda de sus chips Blackwell de próxima generación.
En resumen, la volatilidad y la incertidumbre en los mercados financieros globales siguen siendo una constante, mientras los inversores se mantienen atentos a los desarrollos geopolíticos y económicos que podrían influir en las tendencias futuras.