Los mercados bursátiles de Asia se desplomaron el lunes, tras las fuertes caídas de la semana pasada de los principales índices del mundo.
En Japón, el índice Nikkei 225 cayó un 12,4%, o 4.451 puntos, su mayor caída en puntos de la historia, mientras que el índice Topix, más amplio, perdió un 12,2%.
Esto se produce después de que los débiles datos de empleo en Estados Unidos del viernes generaran preocupaciones sobre la debilidad de la mayor economía del mundo.
Mientras tanto, el yen se ha estado fortaleciendo frente al dólar estadounidense desde que el Banco de Japón subió las tasas de interés la semana pasada, lo que encareció las acciones en Tokio para los inversores extranjeros.
«La venta masiva fue instigada por la fuerte apreciación del [yen], ya que los inversores globales se volvieron cautelosos sobre las ganancias corporativas japonesas, especialmente las de los exportadores como los fabricantes de automóviles», dijo Kei Okamura, un gerente de cartera con sede en Tokio de la firma de inversiones Neuberger Berman.
La moneda japonesa se ha fortalecido más del 10% frente al dólar estadounidense durante el último mes. Un yen más fuerte encarece los productos japoneses y, en consecuencia, los hace menos atractivos para los potenciales compradores extranjeros.
A diferencia de otros bancos centrales, como el Banco de Inglaterra y el Banco Central Europeo, el Banco de Japón elevó las tasas de interés la semana pasada al nivel más alto desde la crisis financiera mundial de 2008.
La inflación en Japón aumentó más de lo esperado en junio, mientras que la economía se contrajo en los primeros tres meses del año debido a un yen más débil y al bajo gasto de los hogares.
En otras partes de la región de Asia y el Pacífico, el principal índice bursátil de Taiwán y el Kospi de Corea del Sur cayeron más del 8%.
El principal índice de la India, el NSE Nifty 50, cotizaba un 2,8% a la baja y el S&P/ASX 200 de Australia bajaba alrededor del 3,6%.
El Hang Seng de Hong Kong bajaba un 2,5%, mientras que la Bolsa de Valores de Shanghái bajaba un 1,4%.
Las criptomonedas también bajaron. El bitcoin cayó a alrededor de 50.000 dólares, su nivel más bajo desde febrero. El viernes, las acciones de Nueva York cayeron bruscamente después de que los datos oficiales sobre empleo mostraran que los empleadores estadounidenses añadieron 114.000 puestos de trabajo en julio, mucho menos de lo esperado.
El crecimiento medio del empleo en Estados Unidos ha sido de unos 150.000 al mes.
Las cifras de julio suscitaron preocupaciones de que un prolongado auge del empleo en Estados Unidos pudiera estar llegando a su fin. Alimentaron la especulación sobre cuándo -y en qué medida- la Reserva Federal recortará los tipos de interés.
Se teme que la economía estadounidense se desacelere, a pesar de que los datos más recientes muestran que se expandió a una tasa anual del 2,8%.
Shanti Kelemen, directora de inversiones de M&G Wealth, dijo al programa Today de la BBC: «Se pueden elegir pruebas para crear una historia positiva, pero también se pueden elegir pruebas para crear una historia negativa.
«No creo que apunte universalmente a una dirección todavía».
Los mercados bursátiles ya estaban preocupados por los altos costos de endeudamiento y se sentían inquietos por las señales de que un repunte prolongado en los precios de las acciones, impulsado en parte por el optimismo sobre la inteligencia artificial (IA), podría estar perdiendo fuerza.
La caída del viernes en el Nasdaq hizo que el índice cayera alrededor de un 10% desde su pico más reciente, una caída conocida como «corrección», que en este caso se produjo en cuestión de semanas.
El Promedio Industrial Dow Jones también cayó un 1,5% el viernes, y el S&P 500 terminó con una baja del 1,8%, después de que los mercados de Asia y Europa se hundieran.
Durante el fin de semana, la firma Berkshire Hathaway del veterano inversor estadounidense Warren Buffett reveló que había vendido aproximadamente la mitad de su participación en el gigante tecnológico estadounidense Apple.
