La derrota de Suning con el Inter de Milán pone de manifiesto el fracaso de China en dominar el fútbol.

La derrota de Suning con el Inter de Milán pone de manifiesto el fracaso de China en dominar el fútbol.

Hace una década, Xi Jinping, el presidente de China, tuvo un sueño: convertir al país en una potencia mundial del fútbol. Esta ambición fue respaldada rápidamente con acciones y dinero. Conglomerados chinos invirtieron en la liga doméstica del país, incluso atrayendo estrellas del fútbol basadas en Europa. Algunas empresas derrocharon comprando acciones en clubes europeos para elevar el nivel del fútbol chino.

Sin embargo, estas ambiciones chinas nunca despegaron y podrían estar al borde de desmoronarse por completo. La firma de gestión de activos con sede en EE. UU., Oaktree Capital, se hizo cargo del club de fútbol italiano Inter de Milán después de que su propietario chino, Suning Holding Group, no pudiera pagar una deuda de 395 millones de euros a tiempo.

La pérdida de Suning de la propiedad del Inter de Milán es parte de una mayor salida de empresas chinas del fútbol europeo. En 2017, hasta 20 clubes europeos estaban en manos de importantes inversores chinos; en 2021, esta cifra había caído a solo 10.

La salida forzada de Suning del fútbol europeo marca el final de una década de experimento para convertirse en una potencia futbolística verdadera. La propiedad china de estos clubes europeos no resultó en grandes inversiones ni victorias significativas en el campo. Varios propietarios chinos vendieron sus acciones en clubes profesionales europeos poco tiempo después de adquirirlos.

Estas grandes inversiones extranjeras en el fútbol profesional de élite tampoco se tradujeron en beneficios en casa. El equipo nacional chino no ha participado en la Copa del Mundo de la FIFA en más de dos décadas.

En resumen, la ambición de China de convertirse en una potencia futbolística mundial no ha tenido el éxito esperado. Las inversiones multimillonarias no lograron elevar el nivel del fútbol chino, y la salida de empresas chinas de los clubes europeos es un reflejo de esta falta de éxito. A pesar de los esfuerzos, el nivel de desarrollo del fútbol en China sigue siendo inadecuado en comparación con sus vecinos y otros países en el mundo.