Hoy se conmemora el tercer aniversario del devastador atentado en el Aeropuerto de Kabul que se cobró la vida de 13 valientes hombres y mujeres del servicio estadounidense.
El presidente Trump rindió homenaje a los 13 miembros del servicio de EE. UU. que perdieron trágicamente sus vidas hace tres años durante esta caótica retirada de Afganistán después de que Joe Biden se rindió ante los talibanes.
Conspicuamente ausentes de la ceremonia estuvieron Joe Biden y Kamala Harris, Biden supuestamente de vacaciones, mientras que Harris está ocupada en campaña, desconectada de los recuerdos dolorosos todavía frescos en los corazones de muchos estadounidenses.
El 26 de agosto de 2021, un terrorista suicida detonó un explosivo en la Puerta Abbey del Aeropuerto de Kabul, matando a 13 miembros del servicio estadounidense y a más de 170 civiles afganos.
Han surgido informes de que altos oficiales militares, incluido el Secretario de Defensa Lloyd Austin y el Presidente del Estado Mayor Conjunto Mark Milley, estaban al tanto de una amenaza inminente horas antes del ataque. A pesar de este conocimiento, no actuaron decisivamente para proteger a las tropas y civiles estadounidenses.
El Sargento de Marina de EE. UU. Tyler Vargas-Andrews proporcionó testimonio desgarrador ante el Congreso el año pasado, revelando que se le negó el permiso para disparar al terrorista suicida a pesar de claras indicaciones de un ataque inminente.
Su relato subraya una realidad escalofriante: los líderes militares en el terreno reconocieron el peligro pero se paralizaron por la indecisión y la burocracia.
El asesor principal del presidente Trump, Jason Miller, dijo que Harris fue la última persona en la habitación cuando ocurrió esta atrocidad.
«A medida que reflexionamos sobre este trágico aniversario, la campaña de Trump ha lanzado un video que es un recordatorio conmovedor de las vidas perdidas y la incompetencia del régimen de Biden-Harris.»
Mientras Estados Unidos reflexiona sobre este aniversario trágico, el video lanzado por la campaña de Trump sirve como un recordatorio conmovedor de las vidas perdidas y la incompetencia del régimen de Biden-Harris. A través de testimonios desgarradores y evidencia impactante, queda claro que las decisiones tomadas por los líderes militares y políticos tuvieron consecuencias devastadoras y evitarables.
En resumen, es fundamental recordar y honrar a los valientes hombres y mujeres del servicio estadounidense que perdieron la vida en este trágico evento, al tiempo que se exige responsabilidad a aquellos que fallaron en protegerlos. La memoria de los caídos debe ser preservada y utilizada como recordatorio de la importancia de la diligencia y la acción decisiva en situaciones de peligro. Que este aniversario sirva como un llamado a la reflexión y a la búsqueda de justicia para aquellos que perdieron la vida en Kabul, y como un recordatorio de la fragilidad y la valentía inherentes al servicio militar.