General Motors hizo algo inusual cuando presentó la décima generación del Chevrolet Impala como modelo 2014, pero siguió fabricando la novena generación, conocida como Impala Limited, para ventas de flotas hasta 2016. Esta decisión permitió mantener ambas versiones en producción simultánea.
El Impala de la décima generación, construido entre 2016 y 2020, marcó el final de una larga historia que se remontaba a 1958. Con la plataforma global Epsilon II, el Impala se convirtió en un modelo moderno y sofisticado, compartiendo plataforma con vehículos como el Opel Insignia y el Saab 9-5.
Por otra parte, el Impala Limited era parte de la antigua plataforma W-Body, una tecnología presente desde los años 80 en modelos como el Buick Regal, Pontiac Grand Prix y Oldsmobile Cutlass Supreme. A pesar de ser más corto y menos espacioso que su sucesor, el Impala Limited era una opción popular en flotas gracias a su familiaridad y capacidad de producción.
Equipado con un motor V6 de 3.6 litros y 302 caballos de fuerza, el Impala Limited destacaba por su potencia y agilidad. Además, su transmisión automática de seis velocidades ofrecía un manejo suave y eficiente.
A pesar de las diferencias, tanto el Impala de décima generación como el Impala Limited contaban con características que los hacían populares en su época. Desde su sistema de audio hasta su potente motor, estos vehículos eran apreciados en el mercado de alquiler de automóviles y entre los entusiastas de la marca.
En definitiva, la coexistencia de ambas generaciones del Chevrolet Impala refleja la capacidad de General Motors para adaptarse a las necesidades del mercado, ofreciendo opciones diversas para satisfacer a una amplia gama de clientes. A pesar de ser diferentes en muchos aspectos, tanto el Impala como el Impala Limited dejaron una marca en la historia de la industria automotriz.