El segundo mandato de Eddie Jones como entrenador de Japón comenzó de manera accidentada, ya que los Brave Blossoms fueron golpeados 52-17 por Inglaterra en Tokio el sábado.
Jones regresó polémicamente al timón de Japón después de retirarse de los Wallabies tras una desastrosa campaña en la Copa del Mundo de Rugby de 2023. Inglaterra, a quien Jones llevó a la final de la Copa del Mundo de 2019, anotó cuatro tries en cada mitad, todos a cargo de diferentes jugadores, en condiciones calurosas y húmedas que dificultaron el manejo del balón.
«Fue un juego bastante difícil para nosotros. Inglaterra es un equipo fuerte y poderoso», dijo Jones. «Pero estoy realmente satisfecho con nuestro trabajo en las formaciones fijas, lo cual nos mantuvo en el juego durante mucho tiempo. Hay un verdadero potencial aquí para el rugby japonés».
Este fue el primer partido oficial de Inglaterra contra los Brave Blossoms en Japón y transcurrió como se esperaba. Jones alineó un XV titular con un promedio de solo 11 partidos internacionales, mientras que Inglaterra se prepara para una gira de dos partidos por Nueva Zelanda.
Fue una actuación satisfactoria para el entrenador de Inglaterra, Steve Borthwick, quien previamente había sido asistente de Jones. «Japón es un equipo fantástico. Sabíamos que estarían bien entrenados y obviamente conocemos muy bien a Eddie. No podríamos tener más respeto por él como persona y como entrenador», dijo el capitán de Inglaterra, Jamie George. «Japón jugó con un ritmo muy alto y creo que serán muy exitosos en los próximos años».
La tarjeta roja de Charlie Ewels le quitó algo de brillo a la victoria de Inglaterra en el Estadio Nacional. Ewels podría no viajar a Nueva Zelanda después de ser expulsado por una salida peligrosa en el ruck contra la rodilla del capitán de Japón, Michael Leitch.
El partido terminó con una victoria cómoda para Inglaterra de 52-17, pero Japón mostró destellos de potencial en el juego. A pesar de la derrota, se espera que el equipo japonés continúe mejorando y pueda lograr grandes cosas en el futuro.
En resumen, el retorno de Eddie Jones como entrenador de Japón no comenzó como esperaba, pero hay esperanza y potencial para un futuro exitoso para el rugby japonés. Aunque la derrota fue abultada, el equipo japonés mostró momentos de calidad y trabajo duro que pueden ser la base para un progreso constante en los próximos años.