Harris, «profundamente perturbada» por posible intento de asesinato: «Condeno la violencia política»
La vicepresidenta Kamala Harris condenó el domingo la violencia política y se mostró «profundamente perturbada» por el posible intento de asesinato del expresidente Donald Trump.
«A medida que reunimos los hechos, seré clara: condeno la violencia política. Todos debemos hacer nuestra parte para garantizar que este incidente no conduzca a más violencia», dijo Harris en un comunicado emitido desde la oficina de la vicepresidencia.
La respuesta de Harris llega horas después de que las autoridades locales informaran que agentes del Servicio Secreto que protegen a Trump abrieron fuego contra un sospechoso que portaba un rifle tipo AK con mira telescópica cerca de la línea de propiedad donde el expresidente jugaba al golf en uno de sus campos en West Palm Beach, Florida. Las autoridades federales están investigando el incidente como un intento de asesinato, el segundo intento contra la vida del expresidente en aproximadamente dos meses.
«Estoy agradecida de que el expresidente Trump esté a salvo. Aprecio la vigilancia del Servicio Secreto de los EE. UU. y de los socios de las fuerzas del orden. Como dijo el presidente Biden, nuestra Administración garantizará que el Servicio Secreto tenga todos los recursos, capacidades y medidas de protección necesarias para llevar a cabo su misión crítica», dijo Harris en su declaración.
Tanto Harris como el presidente Joe Biden fueron informados sobre el incidente en el Trump International Golf Course el domingo temprano, y el presidente señaló en su declaración que un sospechoso está bajo custodia.
«Me siento aliviado de que el expresidente no haya sufrido daños. Hay una investigación activa sobre este incidente mientras las fuerzas del orden reúnen más detalles sobre lo sucedido. Como he dicho muchas veces, no hay lugar para la violencia política ni para ningún tipo de violencia en nuestro país, y he ordenado a mi equipo que continúe asegurándose de que el Servicio Secreto tenga todos los recursos, capacidades y medidas de protección necesarias para garantizar la seguridad continua del expresidente», dijo Biden.
El presidente Joe Biden desestimó una amenaza del líder ruso Vladimir Putin sobre la guerra contra Occidente si los aliados de Ucrania permiten el uso de armas en el interior de Rusia. Es un cambio que Kyiv ha solicitado, pero no se anunció ninguna decisión tras una reunión el viernes entre Biden y el primer ministro británico.
Ucrania y muchos de sus aliados en EE. UU. y Europa quieren que Biden levante las restricciones sobre las armas de largo alcance proporcionadas por Occidente, y hay indicios de que Biden podría cambiar la política de su administración.
EE. UU., preocupado por cualquier paso que pudiera llevar a Rusia a escalar el conflicto, ha actuado con cautela antes de conceder una serie de solicitudes anteriores de Ucrania para obtener armas específicas, incluidos tanques avanzados, misiles y sistemas de cohetes, y aviones de combate F-16. Los funcionarios rusos han emitido amenazas similares antes de muchas de esas decisiones pasadas.
Ucrania fue un tema clave para Biden y el primer ministro británico Keir Starmer tras la visita a Kyiv de sus principales diplomáticos esta semana, quienes se enfrentaron a una nueva presión para aflojar las restricciones sobre las armas. Hasta ahora, EE. UU. ha permitido que Ucrania use armas proporcionadas por Estados Unidos solo en un área limitada dentro de la frontera de Ucrania con Rusia.
Dos funcionarios estadounidenses familiarizados con las discusiones dijeron que creían que Starmer buscaba la aprobación de Biden para permitir que Ucrania use misiles británicos Storm Shadow para ataques ampliados en Rusia. La aprobación de Biden podría ser necesaria porque los componentes del Storm Shadow se fabrican en EE. UU. Los funcionarios, que hablaron bajo condición de anonimato para compartir el estado de las conversaciones privadas, dijeron que creían que Biden estaría dispuesto.
Starmer dijo que las conversaciones continuarían cuando los líderes mundiales se reúnan para la Asamblea General anual de la ONU este mes.
«Esta fue una invitación realmente importante del presidente para tener este nivel de discusión sobre esos temas críticos», dijo a los periodistas después de la reunión en la Casa Blanca. Y agregó: «Ucrania tiene derecho a defenderse, y hemos estado unidos».
Putin dijo un día antes que permitir ataques de largo alcance «significaría que los países de la OTAN, Estados Unidos y los países europeos, están en guerra con Rusia». Sus comentarios estaban en línea con la narrativa que el Kremlin ha promovido desde el comienzo de la guerra, acusando a los países de la OTAN de participar de facto en el conflicto y amenazando con una respuesta.
Hablando con periodistas antes de las conversaciones privadas con Starmer, Biden dijo que quería dejar «claro que Putin no prevalecerá en esta guerra».
Cuando se le preguntó qué pensaba sobre la amenaza de Putin, Biden respondió: «No pienso mucho en Vladimir Putin».
El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy ha estado presionando a EE. UU. y a otros aliados para que permitan que sus fuerzas utilicen armas occidentales para atacar bases aéreas rusas y sitios de lanzamiento lejos de la frontera, ya que Rusia ha intensificado los ataques a la red eléctrica y a los servicios públicos de Ucrania antes del invierno.
«La guerra debe volverse más difícil para Rusia: esa es la única manera de hacerles darse cuenta de que debe terminar», publicó el viernes en las redes sociales.
El llamamiento de Zelenskyy ha ganado apoyo en los círculos de seguridad y diplomáticos de EE. UU. y Europa, incluidos algunos exgenerales y diplomáticos estadounidenses, legisladores y analistas de seguridad. Argumentan que las anteriores amenazas de Rusia de escalar contra Occidente han resultado vacías y que las restricciones de EE. UU. sobre las armas están haciendo imposible que Ucrania gane el impulso en el campo de batalla que necesita.
Incluso algunos ataques ucranianos con armas más pesadas contra objetivos militares en lo profundo de Rusia pondrían más presión sobre la logística, las tropas y otros recursos rusos, dijo George Barros, analista de seguridad del Instituto para el Estudio de la Guerra.
