La división Cruise de General Motors ha iniciado un retiro de casi 1,200 robotaxis debido a preocupaciones relacionadas con problemas de frenado brusco, según confirmó la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) de EE. UU. el jueves. Este retiro se produce tras una investigación sobre la seguridad de los sistemas de conducción autónoma de Cruise, que se inició en diciembre de 2022 después de que se reportaran dos lesiones vinculadas a tres colisiones por alcance.
La conclusión de esta investigación marca un momento crucial para Cruise, ya que la compañía busca recuperar la confianza de las autoridades estatales y federales. Cruise tiene como objetivo reanudar sus operaciones de robotaxis sin la necesidad de conductores de seguridad de respaldo, abriendo finalmente sus servicios a clientes de pago. Aunque Cruise no estuvo de acuerdo con la determinación de la NHTSA de que era necesario un retiro, la compañía optó por cumplir con la medida para cerrar la investigación.
«Estamos comprometidos a generar confianza y aumentar la transparencia con respecto a la tecnología de vehículos autónomos», declaró un portavoz de Cruise el jueves.
Cruise señaló que ya había implementado actualizaciones de software destinadas a reducir significativamente el riesgo de incidentes de frenado inesperado. Según la compañía, los datos proporcionados a la NHTSA indican que la tasa de tales eventos en los vehículos autónomos de Cruise es «muy baja y mucho menor que la de un conductor humano». La NHTSA también informó que ninguno de los incidentes investigados resultó en accidentes o lesiones.
Sin embargo, la NHTSA sigue investigando si los robotaxis autónomos de Cruise están tomando las precauciones adecuadas para proteger a los peatones. Esta investigación separada se inició en octubre y sigue en curso. Además, Cruise está siendo investigado por el Departamento de Justicia y la Comisión de Bolsa y Valores tras un incidente en octubre en el que uno de sus robotaxis atropelló a una peatona, arrastrándola 20 pies después de que había sido golpeada por otro vehículo.
Según los hallazgos de la NHTSA, los vehículos de Cruise han estado involucrados en 10 accidentes, cuatro de los cuales resultaron en lesiones. Los datos analizados incluyeron 7,632 incidentes en los que el sistema de conducción automatizada de Cruise ordenó un frenado brusco.
Ante estos desafíos, GM anunció el mes pasado que suspendería indefinidamente los planes para desplegar su vehículo autónomo Origin, que carece de volante. Cruise, junto con otras compañías de tecnología de conducción autónoma como Waymo de Alphabet y Zoox de Amazon, ha enfrentado un intenso escrutinio regulatorio debido a preocupaciones de seguridad tras varios accidentes que involucraron a sus vehículos.
El accidente de octubre y las investigaciones posteriores también llevaron a la renuncia del CEO de Cruise, seguida de la decisión de GM de reducir el gasto en su unidad de conducción autónoma. Después de detener temporalmente todas las operaciones de conducción autónoma tras el accidente, Cruise reanudó las operaciones supervisadas en Phoenix en mayo pasado, con conductores de seguridad presentes.
En respuesta al accidente de octubre, la Comisión de Servicios Públicos de California impuso la multa máxima de $112,500 a Cruise por no proporcionar información completa sobre el incidente de manera oportuna.