GM Design exhibe el Pontiac G8 que nunca fue

GM Design exhibe el Pontiac G8 que nunca fue

En 2009, General Motors (GM) cerró Pontiac y con ello perdimos algunos modelos de carros muy interesantes. Uno de los más destacados fue el sedán G8, basado en el Holden Commodore, con su plataforma de tracción trasera y potencia disponible de V8. Aunque después recibimos el Chevrolet SS, que continuó con la base del Commodore, al menos hasta que Holden también cerró sus puertas, parece que Pontiac tenía ideas más grandes para este sedán.

GM Design ha vuelto a sacar a la luz un concepto de automóvil nunca antes visto de los archivos del fabricante. Se trata de un concepto de Pontiac G8 de los últimos días de la marca, finalizado en 2008, el mismo año en que se lanzó el G8 de producción. Aunque solo vemos una parte de él en la publicación de Instagram, así como algunas representaciones digitales, queda claro que Pontiac tenía grandes planes para este automóvil en el futuro.

El concepto cuenta con faros verticales audaces y enormes parrillas frontales. Los laterales presentan una forma pronunciada de botella de Coca-Cola con una sección estrechada en las puertas y líneas ascendentes sobre los guardabarros. El techo tipo fastback esconde un portón trasero en lugar de maletero, y la parte trasera parece tomar algo de inspiración de los modelos Solstice y Saturn Sky.

El interior revela un tablero que se asemeja sorprendentemente al del Corvette C8 de Chevrolet, con un diseño centrado en el conductor y una barrera conspicua que separa los controles principales del pasajero. Solo se ven cuatro asientos, con una consola central de longitud completa que divide cada lado. Definitivamente sugiere más un gran turismo de lujo que un sedán familiar.

Es interesante observar lo grande que fue la diferencia entre este concepto y el G8 de producción y el SS, que eran prácticamente Commodores de Holden con distintos emblemas. Este automóvil de exposición parece ser una idea más completa. Da la sensación de que, en un mundo donde la crisis financiera no hubiera golpeado tan fuerte y GM no hubiera quebrado, podríamos haber visto al G8 desarrollarse en algo completamente propio. O al menos, tanto como una empresa dependiente de arquitecturas compartidas podría permitir. Bob Lutz incluso sugirió que se consideraba que el modesto G6 de tracción delantera tendría una generación futura en la plataforma ATS, por lo que un G8 más desarrollado parecería bastante razonable.

Aunque nada de esto se concretó, ciertamente es interesante ver y preguntarse qué podría haber sido.