La seguridad en las carreteras es un tema de gran importancia en Estados Unidos, especialmente al observar los datos de fatalidades viales y peligros en las carreteras. Aunque muchos estados han experimentado un aumento en la peligrosidad de las carreteras después de la pandemia, los datos muestran que algunos han logrado mantener a sus conductores más seguros que otros.
Según un estudio realizado por Home Solutions, una empresa proveedora de datos para propietarios y otros interesados, se clasificaron los estados según sus índices de carreteras en mal estado, el número de fatalidades por cada 100,000 conductores con licencia, entre otros factores. Los resultados mostraron que los estados con más muertes en las carreteras superan ampliamente a los que tienen menos, aunque los estados más peligrosos no siempre tienen los peores índices de peligrosidad vial.
Wyoming fue identificado como el estado más mortal, con 57 fatalidades por cada 100,000 conductores con licencia. Otros estados en la lista de los 10 más mortales incluyen Mississippi, Nuevo México, Oklahoma, Montana, Arkansas, Carolina del Sur, Kentucky, Luisiana y Virginia Occidental.
A pesar de tener el mayor número de fatalidades, Wyoming ocupó el puesto 40 en la escala de peligrosidad vial. Esto resalta la importancia de analizar múltiples factores al evaluar la seguridad en las carreteras.
El aumento en las muertes en las carreteras y otros problemas que se han observado durante y después de la pandemia pueden atribuirse a diversos factores, como la conducción distraída, el exceso de velocidad y la reducción en la fiscalización del tráfico por parte de las autoridades. La menor presencia policial en las carreteras ha resultado en un menor control de la velocidad y otros comportamientos peligrosos, lo que ha contribuido a la situación actual.
En conclusión, es fundamental abordar estos problemas de seguridad vial de manera integral, considerando no solo la cantidad de fatalidades, sino también los factores que contribuyen a la peligrosidad en las carreteras. Solo a través de esfuerzos coordinados entre las autoridades, los conductores y la sociedad en general, se podrá lograr un ambiente vial más seguro para todos.