El peligro en el Mar Rojo continúa, con los ataques del grupo rebelde houthi contra barcos comerciales. En esta ocasión, el buque griego SOUNION fue víctima de una explosión que lo dejó a la deriva en el mar. A bordo se encontraban 25 tripulantes filipinos y rusos, junto con cuatro miembros de seguridad privada.
El incidente causó un incendio en el barco, que transportaba 150,000 toneladas de petróleo crudo, convirtiéndolo en un peligro tanto para la navegación como para el medio ambiente. Las autoridades han advertido sobre la situación y piden precaución a quienes navegan en la zona.
Las explosiones que afectaron al SOUNION parecen haber sido causadas por explosivos colocados a bordo, en lugar de un ataque con misil o dron. Este no es el primer incidente de este tipo protagonizado por los houthis, quienes han atacado más de 80 embarcaciones desde el inicio del conflicto en Gaza.
A pesar de que los houthis alegan que buscan poner fin a la campaña de Israel en Gaza atacando barcos vinculados a Israel, EE. UU. o Reino Unido, la realidad es que muchas de las embarcaciones atacadas tienen poca o ninguna conexión con el conflicto, como algunas que se dirigen a Irán.
Es crucial mantener la vigilancia y la cautela en el Mar Rojo ante la amenaza constante de estos ataques. La seguridad de la navegación y la protección del medio ambiente deben ser prioridades en la región. La comunidad internacional debe trabajar unida para detener estos actos de violencia indiscriminada que ponen en riesgo vidas humanas y el ecosistema marino.