El jefe de Boeing hace un último llamamiento ante la inminente votación sobre la huelga

El jefe de Boeing hace un último llamamiento ante la inminente votación sobre la huelga

El nuevo director ejecutivo de Boeing, Kelly Ortberg, ha pedido a los trabajadores que no se declaren en huelga, ya que ello pondría en peligro la «recuperación» de la empresa.
El llamamiento se produce horas antes de una votación sindical crucial que podría desencadenar una huelga en la asediada empresa.
Los ejecutivos del gigante de la aviación y los representantes sindicales llegaron a un acuerdo a principios de esta semana que incluye un aumento salarial del 25% en cuatro años, pero aún debe ser aprobado por los miembros del sindicato.


Si los trabajadores votan en contra del acuerdo, se produciría una segunda votación sobre si iniciar una huelga ya el viernes.

«Les pido que no sacrifiquen la oportunidad de asegurar nuestro futuro juntos, debido a las frustraciones del pasado», dijo Ortberg en su mensaje al personal.
«Trabajando juntos, sé que podemos volver a encarrilarnos, pero una huelga pondría en peligro nuestra recuperación compartida».
Además del aumento salarial propuesto del 25%, el acuerdo preliminar ofrecería a los trabajadores mejores beneficios de salud y jubilación, así como 12 semanas de licencia parental paga.
También incluiría un compromiso de Boeing de construir su próximo avión comercial en el área de Seattle si el proyecto se inicia durante la vigencia del contrato.
El sindicato inicialmente apuntó a una serie de mejoras en los paquetes de los trabajadores, incluyendo un aumento salarial del 40%.
Sin embargo, parece que la reacción de los 30.000 trabajadores de Boeing representados por el sindicato no fue del todo positiva.
El líder sindical y principal negociador, John Holden, dijo que no estaba claro si el acuerdo tenía suficiente apoyo entre los miembros del sindicato para ser aprobado.
«Están enojados», dijo a la agencia de noticias Reuters.
El contrato actual entre Boeing y los sindicatos se alcanzó en 2008 después de una huelga de ocho semanas.
En 2014, las dos partes acordaron extender el acuerdo, que expirará a la medianoche del jueves.
Un rechazo del acuerdo preliminar entre Boeing y su sindicato más grande sería otro revés significativo para la empresa. Una huelga podría paralizar la producción de aviones en un momento en que la empresa se enfrenta a pérdidas financieras cada vez mayores y lucha por reparar su reputación tras los recientes incidentes y dos accidentes mortales ocurridos hace cinco años. También sería un duro golpe para Ortberg, un veterano de la industria aeroespacial e ingeniero, que asumió el cargo de director ejecutivo de Boeing el mes pasado con la misión de dar un giro al negocio.