Los clientes de la empresa de datos genéticos 23andMe pueden estar en mayor riesgo de lo que se dan cuenta, sugiere un artículo del New York Times que argumenta que los problemas de la compañía podrían ser de corta duración en comparación con las amenazas a largo plazo que podrían enfrentar aproximadamente 15 millones de personas si 23andMe no puede seguir operando.
Sin duda, con cada día que pasa, la esperanza de la fundadora y CEO Anne Wojcicki de sacar adelante a 23andMe parece estar cada vez más lejos. La compañía, valuada en $6 mil millones cuando salió a bolsa en 2021, ahora tiene un valor de $150 millones. Está lista para ser eliminada de la lista el próximo mes. Las historias en los medios de comunicación no ayudan. (¿Comprarías un kit?)
La empresa asegura que sigue comprometida a «seguir las leyes que regulan los datos que recopilamos», pero si en algún momento muy pronto no puede hacerlo, eso es preocupante, dice un profesor de biomedicina de la Universidad de Yale que señala al Times que las tarjetas de crédito hackeadas pueden ser reemplazadas; un genoma no. Mientras tanto, añade, la tecnología que analiza los genomas está avanzando. Es probable que también se vuelva más reveladora.
En resumen, es fundamental que los clientes de 23andMe estén conscientes de los riesgos que pueden enfrentar si la compañía no logra sobrevivir a sus problemas financieros. La protección de datos genéticos es crucial en un mundo cada vez más tecnológico y conectado, y la seguridad de esta información no debe tomarse a la ligera.