Valentine Holmes, veterano de los Maroons, ha sido declarado disponible para la selección del State of Origin después de recibir solo una multa por un tackle de hip drop sobre Isaiah Papali’i, del Wests Tigers. La gravedad de la situación se vio reflejada en las acciones del jugador y las decisiones del comité de revisión de partidos de la NRL.
A pesar de la multa de $1800 impuesta a Holmes, su compañero de equipo de los Tigers, David Klemmer, no tuvo la misma suerte y fue castigado con una suspensión de tres partidos por un tackle peligroso de grado dos sobre Kulikefu Finefeuiaki. Estas decisiones han generado controversia en el mundo del rugby.
En palabras del entrenador de los Cowboys, Todd Payten, la intervención del Bunker para enviar a Holmes al sin bin cambió el rumbo del juego y afectó el desempeño del equipo en los siguientes minutos. La inconsistencia en las decisiones arbitrales crea un ambiente de incertidumbre y tensión en el campo de juego.
A pesar de las opiniones encontradas, leyendas del rugby como Corey Parker y Mick Ennis creen que la participación de Tom Dearden en el tackle debe ser tomada en consideración al evaluar la situación de Holmes. Además, se argumenta que no hubo intención maliciosa en la acción y que Holmes debería poder disputar el State of Origin sin ser sancionado.
En resumen, la polémica generada por estas decisiones arbitrales en el rugby demuestra la importancia de la consistencia y la imparcialidad en la aplicación de las reglas. Los jugadores y entrenadores exigen una mayor claridad y transparencia en las decisiones que afectan el desarrollo de los partidos. Esperamos que estas situaciones sirvan como aprendizaje para mejorar el arbitraje y la justicia en el deporte.
