La inesperada victoria de una coalición de izquierda en las elecciones legislativas del domingo en Francia ha dejado al país en una posición de incertidumbre política, ya que ningún partido logró obtener la mayoría necesaria para gobernar.
El Frente Popular Nuevo, que incluye a los socialistas y a la extrema izquierda de Francia Insumisa, está en camino de obtener entre 171 y 205 escaños en la Asamblea Nacional. Mientras tanto, el partido de Marine Le Pen, Agrupación Nacional, que la semana pasada lideraba las encuestas, se espera que quede en tercer lugar con entre 130 y 152 escaños, y la alianza centrista del presidente Emmanuel Macron se ubicaría en segundo lugar con entre 152 y 180 escaños.
Con los tres grupos muy lejos de los 289 escaños necesarios para una mayoría absoluta en la cámara baja de 577, no está claro cómo el país, que no tiene tradición de coaliciones, formará un gobierno capaz de aprobar leyes.
El primer ministro francés, Gabriel Attal, anunció que presentaría su renuncia a Macron el lunes, lo que iniciaría el proceso para la formación de un nuevo gobierno.
El euro cayó al inicio de la jornada, ya que los inversores asimilaban un resultado que pocos habían anticipado y volvían a preocuparse por los problemas fiscales de Francia, dados los compromisos de los partidos de aumentar el gasto público de manera significativa.
El Instituto Montaigne estima que las promesas de campaña del Frente Popular Nuevo requerirían casi 179 mil millones de euros adicionales por año. Los planes de la Agrupación Nacional de extrema derecha costarían alrededor de 71 mil millones de euros, mientras que el partido de Macron y sus aliados incurrirían en un gasto adicional de cerca de 21 mil millones de euros.
A pesar del resultado inesperado, Le Pen destacó que la Agrupación Nacional, que tenía 89 escaños en la legislatura anterior, está en camino de obtener más escaños que cualquier otro partido individual.
La ausencia de una mayoría y un gobierno expondrá a Francia y a los franceses a un peligro formidable, advirtió el primer ministro Edouard Philippe. “Las fuerzas políticas centrales tienen ahora una responsabilidad que no pueden eludir: deben trabajar por un acuerdo sin deshonra que estabilice la situación política”.
La formación de un nuevo gobierno será complicada y podría llevar mucho tiempo, según el subdirector de investigación de Teneo, Antonio Barroso. “Esta indecisión representa un riesgo para el país que nadie debería subestimar”, agregó Philippe. “Se podría ver afectada la credibilidad de nuestro país, así como su crédito podría ser destrozado”.
En resumen, la sorprendente derrota del Frente Popular Nuevo en las elecciones francesas ha dejado al país en una situación de incertidumbre política, con la formación de un nuevo gobierno que se prevé complicada y podrían afectar la economía y las finanzas del país en las semanas por venir. El futuro político de Francia actualmente es incierto e inestable.