La relación entre el presidente francés Emmanuel Macron y la canciller alemana Olaf Scholz es un secreto a voces en Europa. La alianza entre los históricos enemigos Francia y Alemania es fundamental para la estrategia de defensa del oeste de Europa, y la evidente falta de entendimiento entre los impopulares líderes Macron y Scholz es vista como un gran problema.
Para tratar de remediar esta situación, Macron viajará a Berlín el viernes (15) para reunirse con la canciller Scholz. El objetivo es reducir las tensiones sobre Ucrania que se han vuelto muy públicas en las últimas semanas.
El primer ministro polaco Donald Tusk también estará presente en una segunda reunión más tarde en el día. Cuando los tres líderes se reúnan, marcará la primera reunión de lo que llaman el ‘Triángulo de Weimar’. Esperan mostrar unidad después de todas las fricciones franco-alemanas sobre Ucrania.
Funcionarios alemanes tienen una legítima queja con Macron, que habla duro sobre Ucrania pero brinda mucho menos apoyo militar en comparación con Alemania. Macron y Scholz tendrán su reunión bilateral al mediodía, seguida de una discusión trilateral con Tusk. El ‘Triángulo de Weimar’ es descrito por ellos como un ‘vehículo para fortalecer la seguridad europea’.
Tusk es considerado ampliamente por la oposición polaca como un peón alemán, pero recientemente su gobierno ha seguido la línea de Macron defendiendo una mayor escalada militar. En general, se espera que la reunión entre los líderes europeos sea un intento por resolver las diferencias sobre Ucrania y fortalecer la seguridad en Europa.