Tras una serie de malos resultados, el entrenador en jefe de los Purdue Boilermakers, Ryan Walters, tomó una decisión difícil. Después de una derrota ante Nebraska, donde su equipo solo logró anotar un touchdown a falta de minuto y medio, decidió despedir al coordinador ofensivo y entrenador de mariscales de campo, Graham Harrell.
Aunque la decisión no fue fácil, Walters expresó en un comunicado que era lo mejor para el equipo en este momento. Agradeció las contribuciones de Harrell al programa y le deseó lo mejor en el futuro. Los Boilermakers se encontraban en una racha de tres derrotas consecutivas y tenían un récord de 1-3 en la temporada.
Desde que la escuadra venció al equipo de FCS Indiana State en el primer juego de la temporada, han sufrido dos duras derrotas contra Notre Dame y Oregon State, seguidas de la mencionada derrota ante Nebraska. El mariscal de campo, Hudson Card, transferido de Texas, no ha logrado superar las 200 yardas aéreas contra equipos de FBS esta temporada, lo que ha afectado el desempeño ofensivo del equipo.
A pesar de la decisión de despedir a Harrell, el equipo no ha anunciado quién lo reemplazará como coordinador ofensivo. Se reporta que Harrell tenía dos años restantes en su contrato de tres años y aún se le adeuda cerca de $2 millones.
Harrell, quien jugó bajo la dirección del fallecido Mike Leach en Texas Tech, tiene una amplia experiencia como coordinador ofensivo en programas como West Virginia y USC antes de unirse a Purdue. Con un historial destacado como mariscal de campo universitario, su despido ha generado controversia entre los seguidores del equipo.
En conclusión, la salida de Graham Harrell como coordinador ofensivo de los Purdue Boilermakers marca un punto de inflexión en la temporada del equipo. Con la esperanza de mejorar su desempeño, el equipo ahora debe buscar un nuevo enfoque en el lado ofensivo del juego para lograr resultados positivos en lo que resta de la temporada.