La administración de Biden-Harris está alcanzando la marca de $1 billón en pagos indebidos, un nuevo récord de dinero desperdiciado en un período de cuatro años, según un informe reciente de OpenTheBooks.com.
Los pagos indebidos, es decir, dinero enviado por el gobierno federal a la persona equivocada, por la razón equivocada o en la cantidad equivocada, totalizaron más de $800 mil millones de 2021 a 2023, ajustados por inflación.
Eso equivale a $450,000 cada minuto. En los aproximadamente cinco segundos que toma leer esta misma oración, el gobierno habrá desperdiciado $37,500 en pagos equivocados.
Medicaid y Medicare representaron el 43% de los pagos indebidos el año pasado, pero se encontraron problemas en todas partes. Personas fallecidas recibieron $295 millones, principalmente de beneficios de pensión que la Oficina de Administración de Personal envió a antiguos trabajadores federales fallecidos. Los presos recibieron $171 millones.
El Servicio de Impuestos Internos gastó $25 mil millones distribuyendo créditos fiscales fraudulentos y equivocados, con algunos programas del IRS reportando tasas de error superiores al 30%.
El problema no es nuevo, pero está empeorando progresivamente. Barack Obama desperdició aproximadamente el 4% de sus gastos en pagos indebidos en su segundo mandato. Donald Trump desperdició aproximadamente el 5%, y Biden se acerca al 6%.
Incluso los demócratas de California han reconocido que la tasa de errores está fuera de control. La ley bipartidista «Ley de Transparencia en Pagos Indebidos» avanzó fuera del comité con cuatro patrocinadores, incluidos los representantes Jimmy Panetta y Scott Peters. Esto requeriría que el presupuesto del presidente identificara formas de reducir los pagos indebidos.
La disidencia también ha surgido dentro de la propia administración de Biden. Cuando la Agencia de Protección Ambiental recibió fondos adicionales de la Ley de Reducción de la Inflación, el Inspector General Sean O’Donnell le dijo al Congreso que sería difícil gastar los $27 mil millones requeridos en un año sin cometer errores de pago. A pesar de ello, nada de ese dinero se destinó a la supervisión.
En resumen, el presupuesto del Congreso está creciendo cada vez más grande y más inflado cada año. No hay espacio para que $1 billón sea descartado debido a errores descuidados.
Este artículo fue originalmente publicado por RealClearInvestigations y está disponible a través de RealClearWire.
