El Departamento de Justicia y el FBI de Joe Biden están persiguiendo a conservadores provida mientras ignoran a los militantes de Antifa y BLM, así como a los seguidores radicales de Hamas que están cerrando y aterrorizando los campus universitarios.
Bajo la administración de Biden, el DOJ ha armado la Ley de Libertad de Acceso a las Entradas de Clínicas (FACE), una ley de 1994 que prohíbe interferir con cualquier persona que obtenga o proporcione «servicios de salud reproductiva», como castigo por la reversión de la Corte Suprema de Roe v. Wade en junio de 2022.
Después de la decisión de la Corte Suprema, Biden formó el Grupo de Trabajo sobre Derechos Reproductivos liderado por el DOJ para hacer cumplir la ley.
Según The Epoch Times, la Ley FACE se ha utilizado 130 veces contra individuos provida, pero solo se ha utilizado tres veces contra manifestantes a favor del aborto.
Recientemente, el defensor provida John Hinshaw, de 69 años, fue condenado a 21 meses de prisión por bloquear el acceso a la clínica de aborto tardío de Cesare Santangelo’s Washington Surgi-Clinic.
LifeSite News informa que Hinshaw ha aceptado su encarcelamiento para expiar la ‘gran culpa’ de la jueza a favor del aborto, Colleen Kollar-Kotelly, que presidió su caso.
A pesar de la persecución de pro-vida por parte del gobierno de Biden, Hinshaw y otros activistas provida continúan luchando por sus creencias y están dispuestos a enfrentar las consecuencias.
Esta situación plantea preguntas importantes sobre los derechos civiles y la libertad de expresión en la sociedad actual, donde los ciudadanos se enfrentan a consecuencias severas por defender sus convicciones más profundas.