Es preocupante ver cómo los afroamericanos siguen siendo influenciados por la «zanahoria colgante» en la política. Se espera que las personas afrodescendientes se conformen con representaciones negativas para ganar éxito entre los demócratas. Kamala Harris es un ejemplo perfecto de esto. No tiene amigos que vivan en comunidades pobres, pero se comporta de manera «ghetto» para atraer votos afroamericanos.
Nadie está discutiendo si Kamala Harris es parte negra. La gente señala que ella se identifica selectivamente con diferentes razas, dependiendo de la multitud. A medida que avanza la lucha por los derechos civiles, líderes como Kamala Harris continúan explotando a los afroamericanos al impulsarlos a perseguir recompensas vacías. Utilizando una actuación «ghetto» y promesas superficiales de poner fin al racismo.
La noción de que el éxito o la visibilidad afroamericana deben estar ligados a estas actuaciones es profundamente problemática. El juego de roles es nauseabundo de ver y más preocupante es que muchos estadounidenses consideren este comportamiento apropiado por parte de una vicepresidenta en funciones de los Estados Unidos. ¿Cuándo terminará la adulación a la comunidad afrodescendiente? ¿Cuándo los demócratas nos tratarán como estadounidenses ordinarios?
Si estás cansado de ello, no estás equivocado. Estás harto de que te digan que todo estará bien si te quedas con el tipo negro porque es negro. Las personas que votaron por Obama saben que ese no siempre es el caso. El momento de dejar de ser manipulado por la política y exigir un trato igualitario está aquí. La diversidad es importante, pero la autenticidad y el respeto también lo son.