Los prestamistas estadounidenses se enfrentan a graves dificultades a medida que aumentan las preocupaciones sobre los préstamos inmobiliarios comerciales en el país. A pesar de la esperanza de que la disminución de los costos de endeudamiento mitigaría el impacto de la crisis en el sector de oficinas, las recientes noticias revelan lo contrario.
Deutsche Bank AG ha reservado más fondos para hacer frente a los préstamos inmobiliarios comerciales en problemas en los Estados Unidos, mientras que un fideicomiso hipotecario de Blackstone Inc. ha reducido su dividendo. Las acciones de New York Community Bancorp también sufrieron una fuerte caída luego de provisionar pérdidas que superaron en más del doble lo esperado por los analistas.
Estas decisiones indican que los prestamistas ya no podrán depender únicamente de la modificación y extensión de préstamos, esperando que las tasas de interés más bajas alivien la situación de los prestatarios. Más de $94 mil millones de dólares en inmuebles comerciales en los EE. UU. se consideran actualmente en situación de riesgo, con otros $201 mil millones en peligro de caer en esa categoría.
El escenario se complica aún más con la llegada de una pared de vencimientos de préstamos de $1.5 billones en los próximos dos años, lo cual llevará a prestamistas y prestatarios a «enfrentar la música», según expertos de Pacific Investment Management Co. La caída en las valoraciones y los índices de precios hará que las extensiones de préstamos sean aún más difíciles de justificar.
A pesar de las adversidades, los inversores crediticios confían en que la crisis se mantendrá bajo control, con primas de riesgo en bonos bancarios subiendo menos que en el mercado en general. Existen oportunidades para inversores en deuda senior y subordinada, aunque los expertos advierten que las repercusiones de la crisis inmobiliaria comercial serán duraderas, incluso si la Reserva Federal comienza a flexibilizar su política monetaria.
En resumen, la incertidumbre en el sector inmobiliario comercial de los Estados Unidos está lejos de disminuir, y los impactos financieros podrían ser más profundos de lo esperado. Los inversores y prestamistas deberán adaptarse a un entorno desafiante que requerirá medidas prudentes y estrategias de inversión sólidas para superar las dificultades actuales y futuras.