Sin importar el tamaño, este es un desafío para todas las compañías en el mundo.
Uno de los retos recientes que trajo consigo la nueva era comercial, que cada vez se vale más de la tecnología para adaptarse a los cambios en las tendencias de consumo y demanda en el comercio, es la ciberseguridad y protección de datos, tanto de las diferentes empresas como a los clientes que cada una de estas puede llegar a tener.
Si bien inmediatez y agilidad son dos términos que se mencionan bastante en la actualidad, también está el que hace referencia a todos las estructuras con las que se protege la información reservada en la internet y se garantiza que los delincuentes no puedan vulnerar las bases de información o ‘data centers’ con los que se trabaja.
Con el fin de conocer un poco mejor los retos en materia de ciberseguridad que enfrenta el mundo actualmente, Portafolio conversó con Juan Pablo Borray, gerente de Desarrollo de Negocios Latinoamérica de Panduit y experto en la materia, quien arrancó diciendo que esta es una necesidad para todas las compañías, sin importar su tamaño.
“Manejar la información de manera adecuada es esencial para evitar exponer a los clientes y a la empresa a riesgos significativos por posibles filtraciones. La seguridad debe ser abordada desde dos frentes: las soluciones tecnológicas implementadas y la preparación y concienciación de las personas que manejan la información. Ambos aspectos son igualmente importantes”, dijo este experto.
Para Borray es tal la importancia de este tema, que para nadie es un secreto que es fundamental que los empleados y usuarios de Internet reciban formación en ciberseguridad, todo esto enfocado en conocer las técnicas de engaño, como el phishing, y entender los riesgos asociados al compartir información es vital para prevenir incidentes.
“Los usuarios deben ser conscientes de los peligros de compartir información en línea. Por ejemplo, publicar en redes sociales detalles sobre viajes puede poner en riesgo la seguridad personal y del hogar. Siempre que algo se publica en redes sociales deja de ser propio pasa a ese escenario del dominio público”, indicó.
Cinco consejos
Teniendo en cuenta todo lo ya mencionado, Juan Pablo Borray entregó cinco recomendaciones para que las empresas actualmente estén a la par de las necesidades que impone el mundo cibernético, destacando que ya se dejó de hablar de un tema opcional y que si se quiere crecer, no se puede ignorar este frente.
Según Borray, es fundamental que tanto los usuarios individuales como los empleados de una empresa reciban formación continua sobre ciberseguridad, buscando espacios de capacitación en los que no solo se aborde este fenómeno, sino cómo evoluciona con el paso del tiempo y las nuevas herramientas que puedan surgir.
“Hay que desconfiar de correos electrónicos y llamadas no solicitadas, también tener presente que no se puede compartir información personal o financiera de inmediato cuando se recibe un correo electrónico o una llamada que la solicita. Siempre es necesario verificar la legitimidad de la solicitud contactando directamente a la institución a través de sus canales oficiales”, sostuvo.
En tercer lugar, este vocero de Panduit advierte que hay que ser cauteloso con la información compartida en redes sociales, ya que la publicación de detalles sobre planes de viaje, ubicación actual o información personal sensible en redes sociales, puede ser un estímulo para los ciberdelincuentes, que pueden utilizar esta información para planificar ataques o fraudes.
“Un esfuerzo adicional es utilizar herramientas de seguridad adecuadas y mantenerlas actualizadas, implementando soluciones tecnológicas como antivirus, firewalls y software de protección contra malware. Además, es crucial mantener estos programas actualizados para protegerse contra las amenazas más recientes”, dijo este experto.
Por último, para este analista de temas de seguridad digital, las empresas deben establecer políticas de seguridad claras, las cuales deben ser comunicadas a los colaboradores, con los protocolos en caso de emergencia. Esto incluye el manejo adecuado de la información, el uso de contraseñas seguras, la autenticación de dos factores y la responsabilidad de reportar actividades sospechosas.